Una experta del espionaje y las misiones encubiertas, con un trayectoria de más de tres décadas en la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) y señalamientos que la vinculan con operaciones de tortura.

Así es Gina Haspel, la funcionaria que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, eligió para ocupar la dirección de la CIA y que este miércoles tuvo la primera comparecencia ante el Senado, que debe confirmar el nombramiento.

El camino no será fácil, visto el tono del interrogatorio al que fue sometida por parte de los senadores demócratas, quienes están principalmente preocupados por las tácticas utilizadas por Haspel en la CIA en el pasado.

Si la confirma el Senado, será la primera mujer en ocupar el cargo.

"Gina Haspel se convertirá en la nueva directora de la CIA, y la primera mujer elegida (para el puesto)", dijo Trump al anunciar la nominación de la funcionaria en Twitter el pasado marzo.

"Estoy agradecida al presidente Trump por la oportunidad, y me siento honrada por su confianza en mí", dijo Haspel en una declaración escrita.

Desde inicios de febrero se había convertido en la primera mujer en ocupar el cargo de directora adjunta de la CIA, pero ahora podría llegar al puesto más importante.

¿Qué se sabe de esta experimentada espía de carrera? Aquí hay algunas claves.

¿Quién es Gina Haspel?

Haspel, de 61 años, ha trabajado durante más de tres décadas en la CIA.

Se unió a la agencia en 1985 y ha desempeñado cargos como subdirectora de Inteligencia Extranjera y Acción Encubierta, una oficina del Servicio Nacional Clandestino que se encarga de las misiones secretas.

También fue jefa de gabinete del director del Servicio Nacional Clandestino y apenas el 7 de febrero pasado había asumido el cargo de directora adjunta de la CIA.

"Es una líder probada con una habilidad única para hacer las cosas e inspirar a quienes la rodean", destacó al nombrarla Mike Pompeo, el director de la CIA que este martes fue nominado al cargo de secretario de Estado de EE.UU.

En su carrera ha recibido el Premio George H. W. Bush a la excelencia en contraterrorismo, la Medalla de la Inteligencia al Mérito de la CIA y el Premio Presidencial de Rango, el premio más prestigioso en el servicio civil federal.

Luego de su nominación, Haspel dijo que espera "poder brindarle al presidente Trump el extraordinario apoyo de inteligencia que él espera".

"Tortura" en Tailandia

Después de los atentados del 11 de septiembre de 2001, Estados Unidos abrió varios centros de detenciones clandestinos en distintos países conocidos como "sitios negros".

Uno de ellos estaba en Tailandia, donde Haspel se encargó de la supervisión de interrogatorios en los que fueron aplicadas varias técnicas de tortura, según investigaciones periodísticas basadas en cables desclasificados de la CIA.

A Tailandia fueron llevados en 2002 sospechosos del grupo extremista Al Qaeda, entre ellos Abu Zubaydah y Abd al Rahim al Nashiri.

Según los cables desclasificados de la CIA, Zubaydah recibió 83 inmersiones en el agua (una técnica de interrogatorio conocida como "ahogamiento simulado" o "submarino") que generan una sensación de ahogamiento.

También su cabeza fue golpeada contra paredes, fue sometido a privación de sueño y otros métodos antes de que los interrogadores decidieran que no tenía información útil para revelar, según los documentos.

Grabaciones de las sesiones de interrogatorio en Tailandia y otros sitios fueron destruidas en 2005, según las investigaciones.

El diario The New York Times informó que el nombre de Haspel estaba en un cable que ordenaba la destrucción del material.

En la audiencia de confirmación en el Senado, los representantes demócratas dedicaron muchas de sus preguntas al papel de Haspel entonces.

"Habiendo servido en aquel tiempo tumultuoso, puedo ofrecerles claramente y sin reservas mi compromiso de que bajo mi liderazgo la CIA no reanudará tales programas de detención e interrogatorio", dijo ella.

Haspel afirmó claramente que "la tortura no funciona", pero aseguró que en los interrogatorios a miembros de Al Qaeda se obtuvo información útil.

También negó que su imagen apareciera en las grabaciones destruidas.


¿Un regreso a las prácticas oscuras?: Tara McKelvey, corresponsal de la BBC en Washington

La sacudida en la Casa Blanca tiene profundas implicaciones, y particularmente para la CIA.

El trabajo de la agencia se realiza con supervisión nominal, y muchas decisiones dependen de la discreción del director.

Esta mañana, el presidente habló con aprobación de la directora en funciones Gina Haspel, señalando que es una mujer en un alto puesto de liderazgo.

Como funcionaria de inteligencia, era conocida por sus duras opiniones: administró un polémico centro de detención clandestino en Tailandia, un sitio señalado por sus ilegítimas técnicas de torturas de prisioneros.

Ahora está trabajando para un presidente que ha sido ambivalente sobre el asunto. Dijo que en el pasado que quería regresar la técnica de ahogamiento simulado. James Mattis, el secretario de Defensa, lo convenció de lo contrario.

El presidente podría cambiar de opinión otra vez, si Haspel y otros funcionarios de inteligencia dicen que es necesario. Así Estados Unidos podrían regresar a sus prácticas oscuras de sitios negros e interrogatorios brutales.


La política de Trump

La política del presidente Trump sobre las controvertidas acciones contra sospechosos de terrorismo han sido variadas.

Mientras que la mayoría de los centros de detención e interrogatorio fueron cerrados durante el gobierno de Barack Obama, el presidente Trump dijo en enero que mantendrá abierto el de Guantánamo.

También en su campaña por la presidencia dijo que consideraría que se volvieran a aplicar técnicas vetadas, como el "submarino", e incluso puso sobre la mesa el aplicar otras "más duras" contra los sospechosos de terrorismo.

Pero en enero dijo en una entrevista con ABC News que si el secretario de Defensa James Mattis y el entonces jefe de la CIA, Mike Pompeo, no quieren aplicar esas técnicas no lo objetaría.

"Si no quieren hacerlo, está bien", señaló Trump.

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