Era el momento más esperado del festival.
La estrella de música country Jason Aldean estaba en el escenario ante unas 22.000 personas en un concierto en Las Vegas Village, un escenario al aire libre a un costado del icónico bulevar Las Vegas.
Eran poco después de las 10 de la noche cuando la música de "When she says baby" de Aldean se mezcló con sonidos que muchos pensaron eran de fuegos artificiales.
Un cierre mágico para el último de tres días del Route 91 Harvest Festival, un encuentro de los fanáticos de la música country muy popular en el medio oeste de EE.UU.
El terror se apoderó del festival cuando la gente comenzó a darse cuenta que esos sonidos eran los estruendos de ráfagas de balas.
"Todo el mundo empezó a correr y no había a dónde correr porque no sabíamos de dónde venían (las balas)", relató una testigo entre lágrimas.
Las víctimas comenzaron a caer. Había gritos y desesperación por todos lados. El pánico pronto generó avalanchas humanas. Algunos buscaban las salidas, otros se quedaban a ayudar a los heridos, muchos no sabían qué pasaba.
Entre una ráfaga y otra había unos segundos de tregua: "Cada vez que paraba, corríamos y corríamos", dijo otra testigo.
Nadie en el lugar sabía que un hombre llamado Stephen Paddock estaba accionando armas de alto poder desde la altura del piso 32 del hotel Mandalay Bay, justo al otro lado del bulevar.
"Más allá del horror"
El Route 91 Harvest Festival es uno de los eventos de música country más populares de EE.UU.
La de 2017 era su cuarta edición, precedida por el éxito de las tres primeras. La promotora de espectáculos Live Nation informó que desde hacía dos meses se habían agotado todas las entradas.
Eric Church, Sam Hunt y el dúo Big & Rich estaban entre los otros artistas estelares invitados, pero el cierre del evento fue para Jason Aldean, quien ha vendido más de 15 millones de discos.
"Esta noche ha ido más allá del horror", fueron las palabras que el cantante eligió para definir lo que había pasado.
"Hiere mi corazón que esto le sucediera a cualquiera que salió a disfrutar lo que debió ser una noche de diversión", escribió Alden en su cuenta de Instagram.
El mapa del evento muestra que el espacio abierto contaba con seis salidas.
Sin embargo, la entrada principal era el punto más cercano al hotel Mandalay Bay, de donde procedían los disparos.
Un video captado desde el hotel, desde un punto similar al que tuvo el atacante, mostró cómo muchos de los asistentes al concierto tuvieron que correr hacia el lado opuesto a esa salida.
"Desconsolados"
El mundo de la música country se puso de luto.
El popular cantautor Ryan Hurd, quien es esposo de la cantante Maren Morris, que formó parte del cartel del festival, dijo que ambos estaban "desconsolados por aquellos que han perdido a sus seres queridos de la manera más inimaginable".
El cantautor Thomas Rhett, quien ha sido una figura cercana a la Asociación Nacional del Rifle -un prominente organismo defensor de la posesión de armas en Estados Unidos- escribió en Facebook: "Ni siquiera puedo imaginar lo que pasó en Las Vegas. Mi corazón está roto".
Por su parte, el guitarrista Carlos Santana lanzó un cuestionamiento sobre el acceso a armas de alto calibre que hay en Estados Unidos.
"Nuestro corazón está en shock. Nuestras mentes están llenas de preguntas. ¿Por qué? ¿Por qué permitir que las armas de destrucción masiva sean vendidas a civiles?", escribió en Facebook.
Para uno de los músicos de country, el guitarrista Caleb Keeter, este ataque sí ha cambiado su defensa a la posesión de armas.
"No puedo expresar lo mal que estaba. Teníamos miembros del personal armados... Resultó inútil. No podíamos tocarlas por miedo a que la policía pudiera pensar que éramos parte de la masacre y dispararnos", escribió.
Y remató: "Es suficiente".