El gobierno de Donald Trump cerró este viernes en los tribunales un acuerdo que abre la puerta a que unos 2.700 menores que viven en Centroamérica se reúnan con sus padres en Estados Unidos.
Las autoridades saldaron así una denuncia interpuesta por 12 familias que habían postulado al programa gubernamental Menores Centroamericanos (Central American Minors), que fue cancelado en 2017. Este daba a niños de Honduras, El Salvador y Guatemala el derecho a reunirse con sus padres en EE.UU.
Muchos de los centroamericanos que se beneficiaban de él habían huido de sus países por conflictos y desastres naturales.
Los demandantes estaban representados por la organización de ayuda a inmigrantes CASA.
El mes pasado, el juez de una corte distrital en San Francisco dictó que las solicitudes hechas por estos padres fueran tramitadas pese a la cancelación del programa.
Escapar del peligro
Una de las madres afectadas, identificada en el caso como SA, ya había gastado miles de dólares en pasajes de avión cuando el programa se eliminó.
"Mi corazón salta y llora de alegría porque hay tanta gente que necesita escapar del peligro. Tengo fe de que pronto estaré junto a mi hija y mi nieto", dijo.
El gobierno debe acabar de tramitar las solicitudes de menores que estaban en las últimas fases del proceso.
Linda Evarts, abogada del Proyecto Internacional de Asistencia a Refugiados, afirmó: "Estamos tan complacidos de que, después de muchos años separados, nuestros clientes vayan por fin a tener la oportunidad de volver a estar juntos de forma segura".
Según el grupo, el gobierno prevé que a la mayoría de solicitantes se les permita viajar a EE.UU.
El mes pasado, Trump cortó las ayudas a Guatemala, El Salvador y Honduras para presionar a los gobiernos de estos países para que acaben con la emigración.
El número de solicitantes de asilo que huyen de la violencia en estas tres naciones ha aumentado mucho. La mayoría de inmigrantes en la frontera sur de EE.UU. proviene de uno de estos Estados.