En un intento por detener el referendo de independencia de Cataluña el 1 de octubre, el gobierno de España decidió este sábado poner bajo control central todas las actividades policiales de esa región.
La Fiscalía catalana autorizó al Ministerio del Interior español a que asuma la coordinación de los Mossos d'Esquadra (como se conoce a la policía de Cataluña) y del resto de las divisiones policiales.
El coronel Diego Pérez de los Cobos, de la Guardia Civil, quedó entonces a cargo de las fuerzas de policía en la región autónoma.
La orden fue presentada como una forma de lograr una mejor coordinación.
El Ministerio Público justificó el nombramiento del coronel Pérez de los Cobos sobre la base de una ley que rige las operaciones conjuntas en una región autónoma.
Pero las autoridades catalanas rechazaron la medida, diciendo que era una interferencia inaceptable.
Miles de policías adicionales están siendo enviados a la región para bloquear la votación, según medios locales.
El Tribunal Constitucional dice que la consulta es ilegal, pero los líderes catalanes están decididos a celebrarla.
Las autoridades españolas han intentado detener el voto de independencia decomisando material de votación, imponiendo multas a altos funcionarios y deteniendo temporalmente a decenas de políticos.
La orden permanecerá en vigor hasta el 1 de octubre, el día del referendo, informa el diario catalán La Vanguardia.
Rechazo
Joaquim Forn, jefe del Interior de Cataluña, dijo que el gobierno local no "aceptaba esta interferencia" en la policía regional.
"El gobierno catalán no acepta esta intervención del Estado porque no tiene en cuenta todo el marco legal que tenemos para cuidar la seguridad en Cataluña", dijo.
"El líder de la policía catalana no entregará sus funciones", dijo.
En un acto celebrado por el Partido Popular (PP) en Mallorca, el primer ministro, Mariano Rajoy, repitió que la votación no tendría lugar.
"Sería sensato, razonable y democrático detenerse y decir que no habrá un referéndum, que ellos saben que no va a suceder", dijo según la agencia de noticias AFP.
Algunos manifestantes se reunieron en Barcelona el sábado, mientras que cientos de agricultores, muchos en tractores, se unieron a una protesta en la ciudad de Lleida.
Los partidos separatistas que controlan el parlamento catalán impulsaron la ley de referendo después de haber exigido, sin éxito durante años, el derecho a votar sobre la libre determinación.
Cataluña, una región rica de 7,5 millones de habitantes en el noreste de España, tiene su propia lengua y cultura, pero no es reconocida como una nación separada del Estado español.