Podría parecer un juego de niños... pero no lo es.
42 fusiles de asalto fueron robados de un cuartel policial especializado en Paraguay y, en su lugar, las autoridades encontraron réplicas de juguete.
Durante una inspección, la policía descubrió que fusiles de gran calibre FN FAL habían sido sustituidos por armas de madera y plástico.
La investigación había sido ordenada después de que las armas comenzaran a aparecer desde hace un año en el mercado negro, donde pueden alcanzar un valor de hasta US$10.000.
Los fusiles reales, aunque habían sido depositados en un almacén de la ciudad de Capiatá, aún funcionaban.
Medios de comunicación en Paraguay publicaron fotos de las réplicas y lo calificaron como el "escándalo más vergonzoso" en la historia de la fuerza policial del país.
Las autoridades sospechan que algunos de ellos pudieron terminar en países vecinos como Brasil o Argentina.
Brasil, de hecho, critica desde hace tiempo que muchas de las armas ilegales confiscadas allí son ingresadas de contrabando desde Paraguay.
Situación "grave"
El ministro del Interior de Paraguay, Juan Ernesto Villamayor, anunció este lunes que su cartera trabaja con la Fiscalía para determinar las circunstancias del robo.
Asimismo, calificó de "grave" la situación ya que las armas podrían ir a parar a manos de delincuentes internacionales.
El ministro informó además que desde enero a julio de este año, durante el anterior gobierno, un total de 90 armas cortas desaparecieron o fueron extraviadas por agentes del cuerpo.
"No se puede sostener como normal que un oficial de policía pierda el arma. Hay que tener mucho cuidado con este tipo de cuestiones porque alimenta dudas acerca del destino de las armas", dijo Villamayor, quien asumió su cargo este mes de agosto.
Los rifles robados habían sido llevados al depósito de armas debido a que la policía los estaba reemplazando por modelos más nuevos.
El agente a cargo de la armería fue reemplazado.