"Esa paz que añoramos tendrá correcciones", decía el ahora presidente electo de Colombia cuando era candidato.
La victoria de Iván Duque coloca un manto de misterio sobre el futuro del proceso de paz.
El flamante presidente electo, representante del movimiento uribista y férreo crítico de los acuerdos firmados por el gobierno de Juan Manuel Santos y la exguerrilla de las FARC, había anticipado que buscará modificar los tratados.
Confirmada su victoria este domingo, en su primer discurso como mandatario elegido, confirmó esta intención, aunque con un tono moderado
"Nosotros le hemos dicho a los colombianos que no vamos a hacer trizas los acuerdos, pero vamos a hacer modificaciones para que la paz brille", dijo.
Pero agregó: "Habrá correcciones para que las víctimas sean el centro del proceso para garantizar verdad, justicia y reparación", dijo Duque.
Para los analistas consultados por BBC Mundo estos dichos confirman la intención de Duque (y del uribismo en general) de replantear los acuerdos alcanzados con el ahora partido político FARC.
Duque dijo que no hará "trizas" los acuerdos, pero que "la paz reclama correcciones para que las víctimas realmente sean el centro del proceso y garanticemos verdad, justicia, reparación, y no repetición".
Durante su campaña, Duque se refirió a modificaciones a la Jurisdicción Especial para la Paz, que es el tribunal que juzga los integrantes que cometieron los crímenes más graves; y a modificar las condiciones para que estas personas puedan participar en política.
"Si una persona está en el Congreso y le ratifican una condena por crímenes de lesa humanidad, debe dejar la curul y se debe nombrar quien lo sustituya", dijo Duque antes de la segunda vuelta de las elecciones en entrevista con el diario El Tiempo.
Para Catalina Botero, abogada constitucionalista y profesora de derecho en la Universidad de los Andes, llama la atención que durante su discurso de victoria este domingo, Duque no se haya referido a estos dos puntos.
"Puede que esté reconsiderando esas dos medidas drásticas", le dice la analista a BBC Mundo. "Duque tiene dentro del uribismo un sector muy radical, pero un componente muy alto de su electorado no está pensando en los acuerdos, que sí le importa que haya un grado de justicia, de verdad y de reparación pero que está pensando en otros temas".
Para Botero, el escenario al que se enfrenta Duque es ablandar esas dos propuestas sin traicionar al sector para quienes ese es un tema álgido.
"Duque está en la cuerda floja en la que tiene que responderle a un sector muy radical pero pequeño de su electorado, y al mismo tiempo sabe que minar los acuerdos de paz tendría un costo político e histórico para él".
La cúpula
En su discurso de la victoria, Duque dijo que "hoy somos todos amigos de construir la paz y debe ser una paz que, ante todo, preserve ese deseo de permitirle a la base guerrillera su desmovilización efectiva".
Es diciente que no se haya referido a la cúpula de la organización.
Sin embargo, Rodrigo Londoño, máximo líder de las FARC y quien fue instrumental para el proceso de paz, publicó un comunicado en el que expresa "su disposición a reunirse con el presidente electo, para exponer sus puntos de vista, sobre la implementación del Acuerdo de paz".
El texto sigue la misma línea conciliadora del discurso de Duque y llama a una "unidad" para "detener la tentación de los sectores más retardatarios de la política nacional, de profundizar los odios y las diferencias".
Respecto al proceso con el ELN, la otra guerrilla con la que el gobierno colombiano ha intentado acercamientos para lograr sus desmovilización y reinserción, Duque ha dicho que para avanzar en un diálogo, sería necesario una suspensión de todas las actividades criminales y una concentración previa con supervisión internacional.
El futuro de los acuerdos de paz fue uno de los puntos de mayor divergencia entre los dos candidatos que llegaron a la segunda vuelta.
Durante su campaña, Gustavo Petro, candidato de la izquierda, siempre manifestó que implementaría los acuerdos.
Sin embargo, el proceso de paz no es el único aspecto en el que Duque anticipó que haría cambios con respecto a las políticas actuales. A continuación tres de los más significativos.
1. Narcotráfico
Para el politólogo y columnista Fernando Posada, la política de seguridad y de lucha contra el narcotráfico propuesta por Iván Duque es muy parecida a la que desarrolló el gobierno de su mentor político, Álvaro Uribe.
"Desde el uribismo han anticipado que se va a declarar una guerra contra estas organizaciones", explica el experto.
Posada añade que propuestas de Duque como la de prohibir la dosis personal de sustancias controladas va en contrasentido de lo que se implementa en el resto del continente que apunta a la despenalización.
Iván Duque, cada vez que fue entrevistado sobre el aspecto, hizo énfasis en que va a potenciar a las fuerzas armadas y la policía colombiana para combatir las bandas criminales.
Posada indica, además, que el gobierno de Duque buscará convertirse en el "mejor aliado" de Estados Unidos.
"Duque será presidente en un momento de mucha presión de EE.UU. por erradicar los cultivos de coca", concluyó.
2. Venezuela
La crisis venezolana afecta a Colombia como a ningún otro país por la frontera que ambas naciones comparten.
"La migración venezolana ya se cuenta en cientos de miles y eso es un aspecto que Duque no deja pasar de largo", explica Fernando Posada.
Duque, en algunos debates, afirmó que está a favor de imponer cuotas migratorias a los venezolanos ante el descontrol existente en el ingreso de ciudadanos de ese país.
El gobierno de Juan Manuel Santos, hasta ahora, estableció controles para el ingreso de venezolanos de manera temporal o permanente, sin embargo no estableció una cuota.
Posada indica que otro aspecto relacionado con Venezuela serán las relaciones internacionales.
"El uribismo es el movimiento más crítico con el gobierno de Nicolás Maduro y no nos deberá extrañar que el próximo gobierno endurezca aún más las medidas en contra de ese régimen", concluyó.
3. Petróleo y "fracking"
Si bien el gobierno de Juan Manuel Santos hizo énfasis en la explotación petrolera como uno de los pilares de la economía de Colombia, Iván Duque se propone intensificar la explotación de los recursos naturales.
En su programa de gobierno, el presidente electo anunció que va a multiplicar la exploración de hidrocarburos para incrementar las reservas de Colombia.
Este planteamiento fue duramente criticado por el contendor de Duque, el izquierdista Gustavo Petro.
El candidato derrotado, en cambio, proponía una transición hacia una economía de energías renovables.
La otra gran diferencia que puede traer el gobierno de Iván Duque es la implementación del fracking para cumplir con su objetivo de expandir la explotación petrolera al máximo.
"No hay que olvidar que el gobierno de Duque representa a la gran empresa", señala Posada a tiempo de indicar que los anuncios del presidente electo pueden significar un cambio en la política de hidrocarburos.