"Nuestros peores temores se ha convertido en realidad".

El alguacil del condado de Harris, en Texas (EE.UU.), confirmó el miércoles el fallecimiento de seis miembros de la familia Saldívar, de origen hispano, que desde hace cuatro días estaban reportados como desaparecidos como consecuencia de las inundaciones causadas por la tormenta tropical Harvey.

Dos ancianos y sus cuatros bisnietos no lograron salir de una furgoneta que fue arrastrada por el agua el domingo y acabó sumergida a una profundidad de casi dos metros.

El conductor del vehículo sobrevivió al accidente y fue él quien comunicó a otros familiares y a las autoridades lo sucedido.

"Hemos notificado de las noticias a la familia y está devastada", dijo el alguacil Ed González desde el área de Greens Bayou, en el oeste de Houston, donde fue encontrada la furgoneta.

El caso atrajo la atención nacional por sus dimensiones dramáticas y se ha convertido en un símbolo del desastre dejado por las lluvias "sin precedentes" que han caído sobre Texas, especialmente en Houston, desde el viernes por la noche.

Las autoridades informaron que al menos 20 personas fallecieron en Texas y casi 200.000 se han registrado para recibir asistencia gubernamental.

"Escucharon a alguien gritando"

El domingo a alrededor de las 10 de la mañana, un equipo de rescate estaba evacuando la zona de Greens Bayou cuando se escucharon gritos, describió González.

"Un hombre estaba sujetado a un árbol y dijo que su furgoneta se había sumergido y que su familia estaba adentro", relató.

Ese hombre es Samuel Saldívar, que vio cómo sus padres y sobrinos, dos de ellos niños, no pudieron salir del vehículo.

En los minutos previos, el agua ya comenzaba a subir y Saldívar buscó a sus padres y sobrinos en dos casas distintas a pocas cuadras de distancia para evacuar la zona.

Cuando las autoridades encontraron el vehículo el miércoles, los cuerpos de los ancianos Manuel y Belia Saldívar, de 84 y 81 años respectivamente, estaban en el asiento frontal.

En la parte posterior, que no traía asientos incorporados, hallaron a los niños Xavier, de 8 años, y Daisy, de 6, y a los adolescentes Devy, de 16, y Dominic, de 14.

El conductor pudo salir por la ventana abierta del asiento, informaron las autoridades.

"(Samuel) les gritó a los niños que treparan a la parte de atrás del auto; pero estoy seguro de que no podían alcanzarla", le dijo Ric Saldívar, hermano del chofer, al diario The Washington Post.

"Él podía escuchar a los niños gritando pero no podía abrir las puertas (...) Y la furgoneta se fue hundiendo hasta que ya no se veía", relató.

Samuel, según sus familiares, fue trasladado a un refugio en el que tomó prestado un teléfono para informar a su familia del accidente.

"Nos insistía diciéndonos que lo perdonáramos, que lo sentía", dijo Ric. "Y nosotros le repetíamos que no había sido su culpa".

El alguacil González dijo a los medios el miércoles que las corrientes de agua eran tan fuertes que para Samuel "hubiese sido imposible" abrir las puertas del automóvil.

La familia Saldívar reportó a sus seres queridos como desaparecidos el mismo domingo y en los días siguientes hablaron con la prensa local y mantuvieron contacto con las autoridades.

El miércoles, según explicó González, ellos mismos decidieron ir hasta el lugar donde había ocurrido el accidente, ya que había bajado la inundación, para buscar rastros del vehículo.

"Ahora solo piden privacidad para vivir el duelo", dijo González.

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