"Espero que hayamos dejado atrás la necesidad de tener tribunales que digan que las personas transgénero deben ser respetadas y tratadas normalmente", dice Drew Adams.
Este joven transgénero ha pasado los últimos años luchando para que otros estudiantes transgénero puedan usar baños en la escuela que coincidan con su identidad de género.
Su batalla legal empezó en 2015, cuando su escuela en el noreste de Florida le dijo a Drew, a la edad de 14 años, que no se le permitía usar el baño de hombres.
Un tribunal federal falló en agosto a favor de Drew en el primer juicio en Estados Unidos sobre el acceso de un estudiante transgénero a los baños. El fallo se aplica a Florida, Georgia y Alabama.
"Sabía que tenía una obligación con la gente que oculta su verdadera identidad transgénero, porque hay muchas personas que no tienen familias que las acepten", dijo Drew, que ahora tiene 19 años, al programa Newsbeat de BBC Radio 1.
"Y si no tienen a sus familias y no tienen a sus escuelas, ¿a quién tienen?", agregó.
En la oficina del director
En 2015, unas semanas después de haber empezado su primer año de secundaria en Nease High School en Ponte Vedra, Drew estaba en una clase de historia cuando lo llamaron a la oficina del director.
"Me senté y otros tres consejeros estaban de pie junto a mí. Me dijeron que no se me permitía usar el baño de hombres", contó a Newsbeat.
Drew se sintió "muy pequeño, nervioso y aterrorizado" porque pensó que había "hecho algo mal".
"Estaba realmente sorprendido y muy confundido", recordó.
"Pero dijeron que esa era la regla y que solo se me permitía usar los cubículos de género neutro. Solo había uno en toda la escuela en ese momento", dijo.
"Nos cansamos de esperar"
Cuanto más pensaba Drew en la decisión de la escuela, más se enfadaba.
Su mamá, Erica Kasper, estaba "también enojada" y "tuvieron reuniones con las autoridades escolares".
Después de no obtener las respuestas que buscaban, Drew y su madre presentaron una demanda de derechos civiles contra la escuela, lo que llevó a una investigación.
"Hubo muchas llamadas, correos electrónicos y discusiones sobre los baños", dijo Drew.
Pero, según contó, las cosas se estancaron después de las elecciones presidenciales de 2016 y dejaron de escucharlos.
"Nos cansamos de esperar, así que nos comunicamos con Lambda Legal, una organización que lucha por los derechos LGBTQ, y presentamos una demanda contra mi escuela en 2017", detalló.
Pelear en un largo caso judicial no es la manera en la que la mayoría de jóvenes de 16 años normalmente pasarían su tiempo. Pero esta fue la "extraña" experiencia de Drew en la escuela secundaria.
Drew dijo que el proceso fue "agotador": incluía desde llamadas telefónicas de tres horas en su habitación hasta videollamadas con abogados en diferentes partes del país para discutir sus traumas más profundos.
"El otro lado tenía acceso a todas mis redes sociales, todos los correos electrónicos que he escrito, mensajes de texto, registros de terapias, todo eso. Y podían preguntar cualquier cosa, así que teníamos que estar preparados", recordó.
Pero dijo que tuvo un sólido sistema de apoyo para lograrlo, al igual que cuando comenzó su transición a los 14 años.
"Tenía muchos amigos y una familia que me apoyaba. No hubiera podido hacerlo sin mi mamá, mi papá, mi hermano", dice.
"El momento adecuado para los derechos transgénero es ahora"
Drew describe sus emociones en la victoria de la corte como "una mezcla de alivio, felicidad y nerviosismo".
El juez dijo que Drew había recibido un trato diferente por ser transgénero, y que las escuelas públicas no pueden "dañar a los estudiantes transgénero al establecer reglas arbitrarias y separadas para el uso de sus baños".
Después de una victoria inicial en 2018, la escuela de Drew apeló, pero el joven volvió a ganar este mes de agosto.
El caso podría llegar hasta la Corte Suprema si hay más apelaciones.
"No puedo especular sobre lo que podría pasar, pero sé que las personas transgénero no pueden esperar. El momento adecuado para los derechos transgénero es ahora", afirmó.
Drew siente que sus palabras de adolescente podrían "influir en los derechos de las personas transgénero en este país durante décadas".
Junto con el caso de Drew, en los últimos meses el sistema de justicia de EE.UU. ha emitido otras decisiones judiciales que protegen los derechos LGBT en el país en áreas como el empleo y la atención médica.
Drew es consciente de la importancia de la sentencia en su caso y cree que influirá en otros estados de EE.UU.
"Esto podría tener ramificaciones en las escuelas de todo el país durante las próximas décadas", señaló.
Y aunque ha sido una experiencia difícil para él, está agradecido por cómo ha crecido como persona.
"Descubrí que me encanta el activismo. Me encanta hablar y me encanta comunicar", dijo. "Y creo que lo descubrí al ser obligado a entrar en el mundo del activismo".