El gobierno de Argentina anunció este martes que llegó a un acuerdo con tres grupos de acreedores para reestructurar US$65.000 millones en deuda extranjera.

Argentina y sus principales acreedores "llegaron a un acuerdo en el día de la fecha que les permitirá (...) apoyar la propuesta de reestructuración de deuda de Argentina y otorgarle a la República un alivio de deuda significativo", informó el Ministerio de Economía argentino en un comunicado.

El Ministerio argentino también dijo que extenderá hasta el 24 de agosto el plazo que expiraba este martes para que los acreedores acepten formalmente el nuevo acuerdo.

Los detalles del acuerdo, que aún no fue confirmado por los acreedores, deberían darse a conocer en las próximas horas.

Según señala desde Buenos Aires la periodista de BBC Mundo Verónica Smink, se trata de la primera buena noticia económica que recibe el presidente Alberto Fernández desde que asumió en diciembre pasado.

Fernández heredó un país que ya llevaba cerca de dos años de recesión, y con una de las inflaciones más altas del mundo: casi 54% en 2019. Además, desde 2018 Argentina no tenía acceso a los mercados para financiarse.

En ese escenario, la llegada de la pandemia del coronavirus, en marzo pasado, y la decisión del gobierno de imponer una de las cuarentenas más largas y estrictas del mundo -que aún continúa después de más de cuatro meses y medio- llevó al país al peor hundimiento económico de su historia.

Muchos economistas consideran que este acuerdo era un paso ineludible para empezar a salir del pozo en el que se hundió el país, señala Smik.

Si bien los bonistas extranjeros representan apenas el 20% del total de la deuda pública argentina -que asciende a unos US$320.000 millones- este grupo representaba el escollo más difícil a la hora de renegociarla.

El gobierno ya anticipó que aplicará el mismo acuerdo con el resto sus acreedores privados locales, algo que ya fue aprobado por el Senado y espera la sanción de la Cámara de Diputados.

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