El artista disidente chino Ai Weiwei denunció que las autoridades en Pekín demolieron su estudio.
En mensajes que acompañaban una serie de videos en Instagram de la edificación siendo derribada, Ai explicó que las autoridades no le habían avisado de la decisión.
Otro de sus estudios de trabajo en la ciudad de Shanghái fue destruido en 2011. El artista también dijo en ese momento que no recibió ninguna advertencia.
Ai -quien es un prominente crítico del gobierno comunista de China- tiene 60 años y vive en Alemania desde 2015, cuando decidió autoexiliarse.
En sus publicaciones de Instagram, el artista dijo "adiós" al local -una antigua fábrica de partes de autos en las afueras de Pekín- que había usado para su trabajo desde 2006.
"Hoy comenzaron a demoler mi estudio "zuo you" en Pekín sin ninguna advertencia. Lo tenía como mi estudio principal desde 2006. Es una construcción al estilo socialista de la Alemania Oriental. Adiós", escribió el artista.
Uno de los asistentes de Ai, Gang Ra, le dijo a la agencia AFP que el contrato de alquiler del edificio había finalizado el año pasado, pero que "simplemente no era posible" mudarse en ese momento debido a la cantidad de obras que aún tenían en el lugar.
También aseguró que les habían dicho que la mudanza tendría que llevarse a cabo en cuestión de días, pero agregó que no habían sido advertidos de cuando comenzaría la demolición.
Un crítico del gobierno
Hijo de uno de los poetas más famosos de China, Ai diseñó el estadio Nido de Pájaro de Pekín para los Juegos Olímpicos de 2008.
Sin embargo, desde entonces se ha convertido en un abierto crítico del gobierno.
Justo antes de los Juegos de aquel año, un terremoto devastó la provincia oriental de Sichuan y miles de niños quedaron enterrados bajo escuelas que colapsaron.
En ese momento Ai se convirtió en un activista por los muertos y sus familias, compilando los nombres de los estudiantes sepultados en sus escuelas, y más tarde creando obras para honrarlos.
En 2011, fue detenido durante 81 días después de haber sido acusado de evasión de impuestos, cargos que, según dijo, tenían motivaciones políticas.
Como resultado, le fue impuesta una multa millonaria para la que necesitó donaciones de sus seguidores.
Su pasaporte también fue confiscado durante varios años, lo que le impidió viajar.
Cuando se lo devolvieron, en 2015, decidió exiliarse en Berlín.