El arriesgado viaje que iniciaron en julio de 2012 tardó cinco años en terminar.

El ejército paquistaní informó el jueves que sus soldados liberaron a la estadounidense Caitlan Coleman, a su esposo, el canadiense Joshua Boyle, y a sus tres hijos, secuestrados por el grupo insurgente Haqqani, afiliado al Talibán, en Afganistán.

Caitlan Coleman y Joshua Boyle partieron en 2012 en una ruta de senderismo a través de Rusia, Asia Central y el conflictivo Afganistán, que acabó en una "pesadilla kafkiana", como dijo la mujer en un video.

Mientras estaban en Afganistán fueron tomados como rehenes por Haqqani.

En el momento del rapto, Coleman estaba embarazada. Mientras estuvieron en cautiverio, ella dio a luz a ese y otros dos hijos.

"Coleman dio a luz a los tres hijos de la pareja mientras estaban en cautiverio", detalló el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en un comunicado de la Casa Blanca.

Los cinco fueron rescatados después de una alerta de EE.UU. durante una operación cerca de la frontera afgana.

"Hoy son libres", añadió Trump.

Pesadilla

Desde que los norteamericanos fueron secuestrados, solo se supo de ellos a través de algunos videos difundidos por el grupo Haqqani.

En el último, publicado en diciembre de 2016, aparecía la pareja con dos niños.

Ambos adultos suplicaban que los gobiernos de sus países de origen hicieran todo lo posible para que fueran liberados.

En la filmación, Coleman pedía que alguien pusiera fin a lo que ella llamó su "pesadilla kafkiana".

"Mis hijos han visto cómo su madre ha sido deshonrada", decía la mujer sin aclarar a qué se refería.

El grupo Haqqani estaba pidiendo la liberación de tres de sus prisioneros en Afganistán a cambio de los rehenes.

Cooperación paquistaní

Ante la noticia del rescate, el presidente Donald Trump dijo que era un "momento positivo" para la relación entre EE.UU. y Pakistán.

Trump señaló que "la cooperación del gobierno paquistaní es una señal de que está cumpliendo los deseos de EE.UU. de que haga más por brindar seguridad en la región".

El ejército paquistaní dijo que las agencias de inteligencia estadounidenses habían estado rastreando a la familia en Afganistán y que estas informaron que el 11 de octubre había sido trasladada a través de la frontera al distrito tribal de Kurram, en Pakistán.

"El éxito pone de relieve la importancia del intercambio oportuno de inteligencia y el compromiso continuo de Pakistán para combatir esta amenaza a través de la cooperación entre dos fuerzas contra un enemigo común", dijo el ejército paquistaní en un comunicado.

EE.UU. ha acusado anteriormente a Pakistán de no hacer lo suficiente para combatir a los militantes islámicos que operan a través de su frontera con Afganistán.

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