El líder norcoreano Kim Jong-un pronunció un discurso desafiante en un desfile militar este lunes por la noche y prometió aumentar el arsenal nuclear del país.

En el desfile, que se hizo para conmemorar el aniversario de la fundación de las fuerzas armadas norcoreanas, también se exhibieron misiles balísticos intercontinentales (ICBM) prohibidos.

A pesar de las sanciones y condenas internacionales que ha recibido el país, Kim Jong-un no se ha dejado intimidar.

"Seguiremos tomando medidas para fortalecer y desarrollar las capacidades nucleares de nuestra nación al ritmo más rápido", dijo durante el desfile, y agregó que sus fuerzas nucleares "deben estar listas" para ser usadas en cualquier momento, según un informe de la Agencia Central de Noticias de Corea (KCNA).

Dijo que las armas nucleares de Corea del Norte son fundamentalmente una herramienta de disuasión contra la guerra, pero podrían usarse para otros medios, algo que reitera la narrativa del mandatario de que el país devolvería el golpe en caso de ser atacado.

Los misiles prohibidos

En marzo pasado, Corea del Norte probó su mayor misil balístico intercontinental conocido, el Hwasong-17. Fue el primer lanzamiento de un misil balístico intercontinental por parte de Pyongyang desde 2017. La prueba trajo una amplia condena de la comunidad internacional y Estados Unidos impuso varias sanciones al país.

Las imágenes del desfile publicadas por los medios estatales muestran precisamente que el Hwasong-17 estaba entre las armas exhibidas. La primera vez que se pudo ver fue en otro desfile militar en 2020. Entonces, su colosal tamaño sorprendió incluso a los analistas más experimentados.

Este tipo de misiles están diseñados para lanzar armas nucleares y son de muy largo alcance: son capaces de llegar a Estados Unidos. Corea del Norte tiene prohibido probarlos y ha sido fuertemente sancionado por hacerlo antes.

Ankit Panda, de la Fundación Carnegie para la Paz Internacional, calificó en su momento este lanzamiento como un "hito significativo" para el arsenal nuclear de Corea del Norte.

El lanzamiento del misil fue rastreado por militares en Japón y Corea del Sur. Las autoridades japonesas dijeron que voló a una altitud de 6.000 km y cayó en aguas japonesas después de volar durante más de una hora. A pesar de esto, los expertos surcoreanos han cuestionado el éxito del lanzamiento de prueba.

En la parada militar también se exhibieron misiles balísticos hechos para ser lanzados desde submarinos, además de misiles hipersónicos.

Por lo general, Pyongyang exhibe sus nuevas armas en sus desfiles militares, que suelen ser unas largas procesiones de tanques, artillería y soldados.

Relaciones tensas en la zona

El desfile militar del lunes fue seguido de cerca precisamente por las pruebas de misiles que ha hecho Corea del Norte en lo que va de año y que han hecho que aumenten las tensiones en la península.

Además, las imágenes satelitales mostraron que Corea del Norte inició actividades en su instalación de pruebas nucleares en Punggye-ri en marzo, lo que avivó los temores de que el país reanudaría las pruebas de armas nucleares y misiles de largo alcance.

La reciente elección del nuevo presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, quien ha expresado una línea más dura sobre las acciones de Corea del Norte, ha deteriorado las relaciones.

El ministro de Defensa de Corea del Sur, Suh Wook, dijo a principios de este mes que su país tenía la capacidad de atacar los puntos de lanzamiento de misiles del Norte. Esto provocó una reacción furiosa en Pyongyang.

En 2018, Kim Jong-un impuso una moratoria en las pruebas nucleares y de misiles balísticos de largo alcance, luego de las conversaciones con el entonces presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. Pero en 2020 Kim anunció que ya no estaba obligado por este compromiso.

Mientras tanto, la administración de Biden ha dicho repetidamente que está dispuesta a reanudar las conversaciones sin condiciones previas, pero hasta ahora ha mostrado poco interés en comprometerse con Corea del Norte, que a su vez ha exigido el fin de las sanciones que pesan sobre el país.

En cambio, Biden ha priorizado las relaciones con Corea del Sur y Japón, y apoyó los esfuerzos del presidente surcoreano saliente, Moon Jae-in, para suavizar las relaciones entre los dos países.

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