Advertencia: las imágenes en este artículo pueden herir la sensibilidad de los lectores.
"Pégale, pégale", grita un hombre.
"Más fuerte", grita otro.
Alrededor de ellos una enorme muchedumbre alienta y festeja, muchos alzando su celular para filmar los acontecimientos.
El lugar: en frente de una mezquita en la capital de la provincia de Aceh, en Indonesia.
Están asistiendo a la flagelación pública de una pareja de hombres castigados por ser homosexuales.
Se trató de la primera vez que en Aceh se aplican nuevas leyes islámicas -o sharia- que fueron aprobadas en 2015.
Las leyes prohíben la homosexualidad, algo que no es ilegal en el resto de Indonesia.
El país musulmán le otorgó hace diez años derechos especiales a la provincia de Aceh para que implemente la ley sharia, un acuerdo que puso fin a una guerra separatista que duró décadas.
Desde entonces la provincia se ha tornado cada vez más conservadora, según señaló la corresponsal de la BBC en Indonesia, Rebecca Henschke.
"Justicieros"
Los jóvenes flagelados -que no fueron identificados- habían sido detenidos en marzo pasado cuando un grupo de "justicieros" ingresó en su habitación cuando la pareja estaba en su cama, teniendo relaciones sexuales.
La patota filmó su asalto y lo subió a internet, donde se volvió viral.
En el video se puede ver a los dos hombres de 20 y 23 años desnudos y desesperadamente pidiendo ayuda.
Antes de ser públicamente flagelados ambos fueron detenidos por dos meses.
Luego, esta semana, recibieron 83 azotes cada uno, mientras el público festejaba y tomaba fotos.
Amnistía Internacional (AI) condenó el hecho y consideró que la flagelación es "un castigo cruel, inhumano y degradante".
Lo equiparó con la tortura y exigió a las autoridades de Aceh que pongan fin a la práctica, que también es usada para castigar el consumo y venta de alcohol, el juego y el adulterio.
La organización de derechos humanos además criticó el hecho de que la pareja había sido detenida en su propio hogar.
Señaló que todo ser humano tiene derecho a la privacidad y a mantener relaciones consensuales.
Miedo
Rebecca Henschke, quien habló con uno de los jóvenes antes de la flagelación, relató que "estaba aterrorizado".
"Estaba terminando una carrera de medicina y planeaba ser doctor", contó.
"Pero ahora la universidad lo echó".
"Solo quiero que se termine la flagelación y poder volver con mi familia", le dijo el joven, quien afirmó estar profundamente deprimido por lo que estaba viviendo.
Según Henschke, en Indonesia tradicionalmente hubo tolerancia hacia la homosexualidad pero cada vez hay más hostilidad social hacia la comunidad LGBTQ.
Esto se ve con claridad en Aceh, donde la alcaldesa de la capital, Banda Aceh, ha prometido expulsar a los homosexuales.
"Quiero salvar a nuestra próxima generación. Imagine lo que pasaría si a todo el mundo le empezara a gustar su mismo género y la enfermedad se empezara a esparcir por el mundo", le dijo Illiza Sa´aduddin Djamal a la BBC.
Pero la persecución a la comunidad homosexual no solo ha empeorado en Aceh.
Esta semana 141 hombres fueron arrestados en un sauna gay en la capital indonesia, Yakarta, y también hubo detenciones similares en la ciudad de Surbaya, en la isla de Java, informó Henschke.