El gobierno ecuatoriano decidió dejar de ser garante y sede de los diálogos entre Colombia y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN).

La decisión fue anunciada por el presidente Lenín Moreno este miércoles, en medio de una crisis fronteriza que envuelve a ambos países por una serie de secuestros protagonizados por un grupo disidente de la guerrilla de las FARC.

"Hemos solicitado a la canciller de Ecuador (María Fernanda Espinosa) que frene esas conversaciones y que frene nuestra condición de garante de ese proceso de paz mientras el ELN no se comprometa a dejar de cumplir esas actividades terroristas", indicó el mandatario en una entrevista con un canal de televisión colombiano.

Moreno indicó que la decisión tiene efecto inmediato y que ya fue notificada la canciller colombiana, María Angélica Holguín.

Los diálogos

En febrero de 2017, comenzaron las negociaciones entre Colombia y el ELN, guerrilla de inspiración guevarista que se encuentra en armas en Colombia desde 1964.

La intención de las autoridades colombianas era lograr el desarme del grupo armado tal como sucedió con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en 2016.

Después de cuatro rondas, las conversaciones fueron suspendidas en enero debido al fin del cese el fuego acordado entre las partes y a una serie de atentados realizados por la guerrilla.

En marzo de este año, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, anunció el inicio de la quinta ronda de diálogos que debía durar hasta mayo.

Y ahora la decisión de Ecuador de dejar de ser garante y sede deja en suspenso la culminación de esta nueva etapa.

Crisis fronteriza

La frontera entre Ecuador y Colombia ha sido un foco de tensión en las últimas semanas debido a episodios violentos atribuidos a rebeldes colombianos.

A finales de marzo, un equipo de prensa ecuatoriano fue secuestrado por el Frente Oliver Sinisterra, una disidencia de la exguerrilla de las FARC.

Poco más de dos semanas después, autoridades ecuatorianas confirmaron que los tres retenidos murieron durante su cautiverio por disparos de arma de fuego en condiciones no esclarecidas.

El hecho provocó que los gobiernos de Colombia y Ecuador anuncien la militarización de la frontera para desmantelar al grupo armado.

La disidencia guerrillera respondió con el secuestro de una pareja a inicios de esta semana.

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