Dustin Higgs, un prisionero en el corredor de la muerte en Indiana, murió este sábado en la última ejecución federal llevada a cabo durante el gobierno de Donald Trump, a pocos días de que culmine su presidencia.
Higgs fue condenado por ordenar el asesinato de tres mujeres jóvenes en el área de Washington DC en 1996, pero hasta el momento de su muerte negó su rol en los homicidios.
Higgs falleció a las 01:23 hora local (06:23 GMT) después de recibir la inyección letal.
Se trata de la ejecución número 13 llevada a cabo desde julio, cuando el gobierno estadounidense puso punto final a un intervalo de 17 años sin ejecuciones federales.
La ejecución tiene lugar, además, pocos días antes de la juramentación del presidente electo Joe Biden, quien está en contra de la pena capital.
El gobierno de Trump ha afrontado una ola de críticas por su prisa en cumplir estas sentencias, una acción que rompe con un precedente de 130 años de detener las ejecuciones durante una transición presidencial.
¿Por qué estaba condenado Dustin Higgs?
Higgs fue declarado culpable y condenado a muerte en 2001 por supervisar el secuestro y asesinato en 1996 de tres mujeres: Tanji Jackson, Tamika Black y Mishann Chinn.
Las mujeres estaban en una cita con Higgs y otros dos hombres en un apartamento, cuando una rechazó sus avances y estalló una discusión entre el grupo.
Higgs y su cómplice Willis Haynes se ofrecieron a llevarlas en auto a la casa, pero en cambio las llevaron a un refugio de vida silvestre en Maryland, donde Higgs le dio a Haynes un arma y le dijo que le disparara a las tres, según la fiscalía.
Haynes, quien confesó ser quien disparó, fue sentenciado a cadena perpetua en un juicio separado.
"Es arbitrario e injusto castigar a Higgs con más severidad que al verdadero asesino", señaló un abogado durante un apelación por clemencia dirigida al presidente Trump.
Un tribunal había ordenado la suspensión de la ejecución de Higgs y otro recluso, Corey Johnson, el martes, después de que ambos contrajeran covid-19 en el corredor de la muerte, y los abogados argumentaran que el daño en el tejido pulmonar les causaría un sufrimiento doloroso durante la ejecución.
Pero el Departamento de Justicia apeló inmediatamente y ganó el caso. Johnson fue ejecutado el jueves.
Un intento final para detener la ejecución de Higgs fracasó el viernes, cuando la mayoría conservadora de la Corte Suprema de EE.UU. votó 6-3 para que se ejecutara la sentencia.
"Esto no es justicia"
"Esto no es justicia", escribió la jueza Sonia Sotomayor.
"Después de esperar casi dos décadas para reanudar las ejecuciones federales, el gobierno debería haber procedido con cierta moderación para asegurarse de hacerlo de manera legal".
"Cuando no lo hizo, este tribunal debería haberlo hecho. No lo hizo".
Sotomayor también enumeró los nombres de los 13 ejecutados desde julio.
"Para poner esto en un contexto histórico, el gobierno federal habrá ejecutado tres veces más personas en los últimos seis meses que en las seis décadas anteriores".
En sus últimas palabras, Higgs insistió en su inocencia.
"Me gustaría decir que soy un hombre inocente", dijo, mencionando a las tres mujeres por su nombre. "Yo no ordené los asesinatos".
Higgs fue el tercero en morir en una prisión federal en Terre Haute, Indiana, esta semana. El pasado miércoles también fue ejecutada Lisa Montgomery, la única mujer en el corredor de la muerte federal.
"El gobierno completó esta noche su masacre sin precedentes de 13 seres humanos al matar a Dustin Higgs, un hombre negro que nunca mató a nadie, en el cumpleaños de Martin Luther King", señaló en un comunicado Shawn Nolan, uno de los abogados de Higgs.
"Dustin pasó décadas en el corredor de la muerte en régimen de aislamiento ayudando a otros a su alrededor, mientras trabajaba incansablemente para luchar contra sus injustas condenas".