Dora María Téllez, una de la rebeldes clave de la Revolución Sandinista de finales de los 1970 en Nicaragua, se encuentra entre las figuras de oposición detenidas por gobierno del presidente Daniel Ortega, en una nueva oleada de arrestos este fin de semana.
Además de Téllez, otras cuatro personas críticas del gobierno fueron arrestadas el domingo, incluyendo otros disidentes sandinistas y antiguos aliados de Ortega, como el general en retiro Hugo Torres y Víctor Hugo Tinoco, que ocupó el cargo de vicecanciller (1979-1990).
Con ellos ya van 12 opositores detenidos en las últimas semanas, entre las que se encuentran cuatro candidatos aspirantes a las elecciones presidenciales del próximo 7 de noviembre que ahora han quedado inhabilitados.
El gobierno los acusa de "incitar a la injerencia extranjera en los asuntos internos" y "pedir intervenciones militares" entre otros supuestos crímenes. Pero los críticos indican que se trata de una estrategia de Daniel Ortega para garantizar su reelección y perpetuarse en el poder.
Ortega fue líder del primer gobierno sandinista en Nicaragua en 1979 tras el triunfo de la revolución y fue elegido presidente en 1984. Tras ser derrotado en 1990, regresó al poder en 2007 y fue reelegido en 2011 y 2016 tras una reforma constitucional que le permitió postularse nuevamente.
Los detenidos este fin de semana son miembros de Unión Democrática Renovadora, UNAMOS, un partido de oposición conformado mayoritariamente por disidentes del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), el partido de Ortega cuyo movimiento revolucionario derrocó al dictador Anastasio Somoza en 1979.
Comandante 2
Una figura histórica en esa lucha revolucionaria fue Dora María Téllez, una estudiante de medicina que fue reclutada por el FSLN con el que combatió en el llamado Frente Norte, desarrollando insurrecciones en zonas urbanas de Nicaragua.
Conocida como la Comandante 2, fue una de las líderes del asalto al Palacio Nacional en 1978, donde sesionaba la Asamblea Nacional de Nicaragua. Los rebeldes tomaron como rehenes a civiles y políticos exigiendo la liberación de prisioneros políticos, rescate en dinero y la publicación de sus manifiestos por diferentes medios.
Téllez fue inmortalizada en la crónica de Gabriel García Márquez del asalto describiéndola como "una muchacha muy bella, tímida y absorta, con una inteligencia y un buen juicio que le habrían servido para cualquier cosa grande en la vida".
Ese operativo puso al descubierto la vulnerabilidad del régimen y miles de jóvenes se unieron al movimiento sandinista que finalmente contribuyó a la caída de Somoza.
Después del triunfo de la revolución, Téllez fungió como ministra de Salud del primer gobierno sandinista y también fue vicepresidenta del Consejo de Estado y diputada.
En 1995, desencantada con el rumbo que tomaba Daniel Ortega, fundó el Movimiento Renovador Sandinista (MRS) junto con Hugo Torres y Víctor Hugo Tinoco entre otros.
En junio de 2008, Téllez realizó una huelga de hambre de una semana cerca del Consejo Electoral Supremo en Managua, cuando el presidente Ortega invalidó al MRS como partido político, de tal forma que quedó excluido las elecciones municipales de ese año.
"Zarpazos desesperados"
El MRS se transformó en el partido UNAMOS.
"Son zarpazos desesperados de un régimen que se siente moribundo, que no tiene asidero legal, que no tiene justificación alguna desde el punto de visto institucional-jurídico, como para permanecer en el poder más allá de noviembre de este año, en el que tendrían que realizarse elecciones libres y supervisadas", declaró Hugo Torres antes de su arresto por la policía.
Entre los arrestados también se encuentran otras activistas de UNAMOS, Daysi Tamara Dávila, Ana Margarita Vigil y Suyen Barahona.
La mayoría de los arrestados están acusados de conspirar "contra la independencia, soberanía y autodeterminación" de Nicaragua y de "incitar a la injerencia extranjera en los asuntos internos y pedir intervenciones militares".
Están siendo detenidos bajo la nueva polémica ley 1055 que fue promulgada en diciembre por la Asamblea Nacional que está dominada por aliados del gobierno.
Según esta ley, el gobierno tiene potestad de vetar a candidatos y excluirlos de la contienda electoral si se les consideran traidores a Nicaragua. Cualquiera señalado de traición puede enfrentar una sentencia de prisión de hasta 15 años.
El gobierno de Daniel Ortega sostiene que el país está bajo amenaza de poderes imperialistas en Estados Unidos y de intentos internos golpistas, pero los críticos afirman que la ley está diseñada para evitar que políticos de oposición se postulen a la presidencia.
En las dos semanas anteriores fueron arrestados cuatro posibles contrincantes de Ortega: Cristiana Chamorro Barrios, Arturo Cruz, Félix Maradiaga y Juan Sebastián Chamorro. Y otros opositores están actualmente bajo arresto.
EE.UU., Reino Unido y la Unión Europea impusieron sanciones contra funcionarios nicaragüenses.
Julie Chung, subsecretaria asistente para América Latina del Departamento de Estado de EE.UU., tildó los arrestos de "arbitrarios" y denunció en Twitter lo que llamó la "campaña de terror" de Ortega.