El gobierno cubano ha autorizado las actividades de pequeños y medianos negocios privados en la isla, a pocos días de que se cumpla un mes de las multitudinarias protestas del pasado 11 de julio.
Con la nueva norma aprobada, podrán operar las empresas de hasta 100 empleados.
El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, enmarcó la medida en los pasos que está dando el país para actualizar su modelo económico.
Los críticos del gobierno aseguran que los cambios se han acelerado por la participación de miles de personas en protestas callejeras contra el gobierno y contra la crítica situación económica que atraviesa el país.
Los manifestantes gritaron contra el manejo de la pandemia por parte de las autoridades y en demanda de cambio político en la isla.
Decenas de personas fueron detenidas tras las protestas y al menos una perdió la vida.
La decisión de ampliar el espacio para los negocios privados supone un cambio significativo en un país en el que el Estado interviene fuertemente en el mercado, el Comunista es el único partido político autorizado, y la mayoría de sectores de la economía están bajo un monopolio estatal.
Muchas voces habían reclamado la puesta en marcha de reformas económicas para enmendar la crisis económica que atraviesa el país e incluso algunos partidarios del gobierno han recordado que hay cambios que llevan años aprobados por el Congreso del Partido Comunista Cubano pero nunca se han llevado a la práctica.
En julio, el gobierno suspendió los aranceles a los alimentos, medicinas y otros artículos de primera necesidad con los que llegan al país los viajeros internacionales. Sin embargo, al haberse reducido drásticamente su número por la pandemia, hay dudas sobre cuál será el impacto real de esa medida.
El turismo, una de las principales fuentes de ingreso para la isla se ha desplomado por el coronavirus y las restricciones asociadas.
También la exportación de azúcar, otra actividad esencial para la economía de Cuba, se ha reducido porque la última cosecha fue mucho peor de lo esperado.
En consecuencia, las reservas de divisas internacionales del gobierno se han desplomado y con ellas su capacidad para adquirir los artículos esenciales que demanda la población.
El gobierno cubano culpa a las sanciones de Estados Unidos de los problemas económicos en el país y acusa a quienes participaron en las protestas de actuar en connivencia con Washington.