Una misión internacional independiente que esclarezca si se cometieron violaciones de derechos humanos en Venezuela.

El Consejo de Derechos Humanos de la ONU aprobó este viernes la creación de este organismo para investigar supuestas ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas, detenciones arbitrarias, torturas y otros tratos crueles, inhumanos o degradantes que se hayan producido en el país latinoamericano desde 2014.

La finalidad, apuntaron desde la organización, es asegurar la plena rendición de cuentas de los autores y la justicia para las víctimas.

La resolución que ordena las pesquisas obtuvo 19 votos a favor, 7 en contra -entre estos, China y Cuba- y 21 abstenciones, de los 47 países miembros del Consejo.

La investigación fue iniciativa del Grupo de Lima, integrado por 12 países que buscan una salida pacífica a la crisis política y humanitaria que sufre Venezuela.

El embajador de Venezuela ante el Consejo, Jorge Valero, rechazó la medida y la calificó como "resolución hostil" y como parte de una campaña dirigida por Estados Unidos, recoge la agencia Reuters.

Reporte demoledor

La resolución se produce poco tiempo después de que la alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, visitara Venezuela y entrevistara a cerca de 558 personas que aseguran haber sido víctimas o testigos de violaciones a los derechos humanos en el país.

Como resultado de esa visita, Bachelet emitió un demoledor reporte en julio en el que concluyó que el gobierno venezolano cometió "numerosas violaciones de los derechos humanos".

El gobierno del presidente Nicolás Maduro calificó el informe de Bachelet como una "visión selectiva y abiertamente parcial" sobre la situación y presentó 70 "observaciones" sobre supuestos errores del documento.

Críticas y coalición contra Maduro

La decisión del Consejo además se produce en una semana en la que el gobierno de Nicolás Maduro recibió duras críticas por parte de la comunidad internacional, durante la Asamblea General de Naciones Unidas celebrada en Nueva York.

Allí se encontraba la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, a quien le preguntaron este viernes si colaborará con la comisión creada por el Consejo de DD.HH.

"Venezuela firmó un memorando con la oficina de la alta comisionada de los Derechos Humanos y eso es lo que nosotros vamos a respetar en el marco de la soberanía de Venezuela", respondió.

El martes, el presidente de Brasil, Jail Bolsonaro, y su homólogo estadounidense, Donald Trump, realizaron duros ataques al gobierno de Maduro en sus discursos ante la Asamblea General de la ONU.

Bolsonaro dijo que en Venezuela hay unos 60.000 "agentes del régimen cubano" que fueron llevados por el expresidente Hugo Chávez y que "controlan e interfieren en todas las áreas de la sociedad local, principalmente en la inteligencia y la defensa".

"Venezuela, otrora un país pujante y democrático, hoy experimenta la crueldad del socialismo", señaló.

Trump, por su parte, sostuvo que "el dictador Maduro es un títere cubano, protegido por guardaespaldas cubanos, que se esconde de su propio pueblo mientras Cuba saquea la riqueza petrolera de Venezuela para sostener su propio gobierno comunista corrupto".

El canciller cubano, Bruno Rodríguez, consideró "inadmisibles" las declaraciones de Trump sobre su país y Venezuela.

"Habla como un emperador", sostuvo.

Un día después de su discurso, Trump se reunió en Nueva York con jefes de Estado o cancilleres de Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador y Perú, para discutir sobre la situación de Venezuela.

"Estaremos con el pueblo venezolano todos los días hasta que finalmente se liberen de esta horrible y brutal opresión", dijo Trump. "Serán liberados. Va a suceder".

Por su parte, el canciller venezolano, Jorge Arreaza, consideró que "la estrategia de ellos ha fracasado una y otra vez. Este año ha sido dramático, un traspié tras otro, una torpeza tras otra. El objetivo de ellos, que es derrocar al gobierno constitucional en Venezuela, cada vez está más lejos".

Otros gobernantes de varios países de América Latina también aprovecharon la Asamblea de la ONU para reafirmar su rechazo al gobierno de Maduro y su inquietud por la crisis humanitaria venezolana, definiéndola incluso como una de las peores en la historia de la región.

Al menos 3,7 millones de venezolanos están "desnutridos" y más de 4 millones han salido del país, en medio de la grave escasez de alimentos y de servicios médicos, según estimaciones la ONU.

El gobierno de Nicolás Maduro, por su parte, niega que el país sufra una crisis humanitaria.

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