Raefer Wallis es un hombre muy solicitado.

De origen canadiense, es ampliamente considerado como uno de los principales expertos mundiales en edificios saludables y, específicamente, en la calidad del aire interior.

Debido a la pandemia de coronavirus, afirma que ha visto multiplicarse por diez las solicitudes de sus servicios de todo el mundo este año.

"Desde el (inicio de la pandemia de) COVID-19, la prisa por mejorar la calidad del aire interior se ha disparado", dice Wallis, quien también es un arquitecto en ejercicio.

Antes de que el coronavirus nos pusiera a trabajar desde casa, muchos de nosotros trabajábamos en edificios de oficinas modernos que no tienen ventanas que se abran.

Allí, el flujo de aire fresco está determinado por un sistema de ventilación, calefacción y aire acondicionado controlado centralmente, conocido por las siglas HVAC.

A medida que las vacunas para el COVID-19 continúen administrándose en los próximos meses, cada vez más personas volveremos a trabajar en tales oficinas en 2021, al menos parte del tiempo, nos guste o no.

Para las empresas y sus empleados, esto significa un mayor enfoque en el sistema HVAC en sus edificios, no solo en términos del virus que causa el COVID-19, sino también del resfriado común y otros virus transmitidos por el aire que podrían estar circulando por las corrientes del sistema de ventilación.

¿Tiene su edificio de oficinas alguna tecnología para monitorear y filtrar estos y otros contaminantes? ¿Está entrando suficiente aire fresco en el edificio desde el exterior?

"Cuanto más desconocido es algo, más aterrador se vuelve, por lo que la calidad del aire es como el monstruo en el armario", dice Wallis, quien es el fundador de Reset, un negocio de monitoreo de la calidad del aire.

"Pero cuanto más aprendes, menos miedo te da. Una vez que sabes cuáles son los problemas, puedes aplicar las soluciones correctas", agrega.

La importancia de una ventilación adecuada

La empresa de Wallis prueba y certifica sistemas basados en sensores que permiten a las empresas monitorear la calidad del aire en sus oficinas, tanto en términos de virus y otros contaminantes, como de niveles de dióxido de carbono.

Todos exhalamos CO2, pero numerosos estudios muestran que si sus niveles aumentan, aunque sea ligeramente, puede afectar la capacidad de una persona de pensar y de tomar decisiones.

"Imagine a tres personas sentadas en una sala de conferencias de tamaño medio. [Sin una ventilación adecuada] pueden ser suficientes 45 minutos para que el CO2 alcance un nivel en el que el cerebro comience a deteriorarse", dice Wallis.

"Y si al menos una de esas personas está enferma, podrían tardar entre cinco y 30 minutos en producir suficientes partículas de virus para contaminar a las otras dos", agrega.

Wallis indica que la mayoría de los sistemas HVAC están diseñados para reemplazar todo el aire de un edificio cada 20 a 30 minutos, bombeando el aire usado al exterior y aspirando el aire fresco. Sin embargo, dice que con el covid-19 la recomendación es aumentar esa circulación a cada 10 a 15 minutos.

Christian Weeks, jefe del negocio de purificación de aire de Estados Unidos enVerid, dice que han visto "cantidades sin precedentes de consultas" este año.

Él dice que la tecnología de su empresa, que se aplica al sistema HVAC de un edificio, elimina virus y otros contaminantes utilizando "sofisticados materiales absorbentes para depurar el aire ... a nivel molecular".

Danny Bluestone, fundador de la empresa británica de diseño de sitios web Cyber-Duck, dice que es cada vez más consciente de la necesidad de garantizar que sus trabajadores tengan la mejor calidad de aire posible cuando comiencen a regresar a la oficina el año próximo.

"Empleamos entre 60 y 70 personas, en dos edificios, además de algunos que trabajan en el extranjero. Como la mayoría del personal ha estado trabajando en casa este año, he estado en una de las oficinas prácticamente solo desde marzo", dice.

"Y desde entonces no he estado enfermo ni una vez. No he estado cerca de nadie con gérmenes, por lo que realmente te hace concentrarte más en la calidad del aire en la oficina", agrega.

Sostiene que la empresa instaló recientemente mejores sistemas de HVAC para los veranos y se ha asegurado de que las ventanas se puedan abrir en otras épocas del año para permitir una ventilación más natural.

Pero, ¿qué debe hacer una empresa o el propietario de un edificio si hay contaminación del aire en el exterior? La firma israelí ClimaCell vende sistemas de software que rastrean dicha contaminación y se pueden utilizar para informar a los sistemas HVAC para aumentar la purificación del aire que ingresa al edificio.

"Ahora estamos teniendo más conversaciones sobre la calidad del aire y sabemos que el COVID-19 es un factor (a tomar en cuenta). Las personas generalmente son más conscientes de su entorno y de lo que están respirando", dice la directora de ClimaCell, Ayala Rudoy.

La psicoterapeuta Danielle Sandler dice que con muchas personas nerviosas por tener que regresar a la oficina, los empleadores deben tomar en serio cualquier preocupación sobre la calidad del aire.

"Nunca antes habíamos visto tanta ansiedad ... y muchos empleados no habían vuelto a la oficina desde hace más de ocho meses. Por eso es realmente importante que las empresas sean sensibles... cuando finalmente hagamos la transición de regresar al lugar de trabajo", advierte.

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