En el este de Ecuador y Perú se encuentra la zona más biodiversa del planeta: las llamadas Cuencas Sagradas del Amazonas, donde nace el río más largo y caudaloso del mundo.

Unos 500.000 indígenas viven en esta región, incluyendo pueblos que nunca han estado en contacto con otros de por fuera de su comunidad.

Pero estas 30 millones de hectáreas de selva, que según los ambientalistas son clave para mitigar el cambio climático, esconden debajo de la tierra un tesoro que podría poner bajo amenaza su propia existencia.

Se estima que hay el equivalente a unos 5.000 millones de barriles de petróleo bajo el suelo de estos bosques amazónicos.

Parte de esa riqueza ya está siendo explotada, pero hasta ahora las presiones sociales habían logrado preservar una gran sección de las Cuencas Sagradas.

Sin embargo, grupos medioambientalistas e indígenas que participan de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP-25), que concluye este viernes en Madrid, denunciaron que los gobiernos de Ecuador y Perú planean ampliar la exploración y explotación en esa zona.

Los activistas exigieron que se imponga una "moratoria inmediata" sobre la nueva extracción y exploración de petróleo en esa región.

Kevin Koenig, director de Clima y Energía de Amazon Watch, quien encabezó la denuncia, dijo a BBC Mundo desde Madrid que los planes muestran la "hipocresía" de estos países.

"El otro día el presidente de Ecuador, Lenín Moreno, habló ante la COP-25 sobre proteger el planeta, pero al mismo tiempo planea ampliar la explotación petrolera en la Amazonía", acusó.

Si bien medios locales han confirmado planes en este sentido en ambos países sudamericanos, Perú lo niega y Ecuador no ha anunciado oficialmente ninguna licitación nueva en la región de las Cuencas Sagradas.

Ecuador

Según informó el diario ecuatoriano El Comercio, en 2020 la petrolera estatal ecuatoriana, Petroamazonas, planea ampliar la explotación en una zona muy controvertida de la Amazonía, conocida como el bloque petrolero Ishpingo-Tambococha-Tiputini (ITT) o bloque 43.

Se trata de uno de los casi 80 bloques en los que está dividida la región amazónica ecuatoriana, considerada rica en petróleo.

Hasta ahora el gobierno ha permitido la exploración y explotación petrolera en cerca de la mitad de esa región.

Esto incluye partes del ITT, un bloque que bordea la llamada "zona intangible", donde está prohibida la explotación.

Pero según El Comercio, el gobierno ecuatoriano no solo planea ampliar la explotación ya existente en el ITT. También licitará la llamada zona Suroriente, que incluye más de una docena de bloques en la frontera o cerca de la frontera con Perú.

Se trata de un área gigante, que representa más de un tercio de la región amazónica actualmente bajo exploración o explotación petrolera.

Perú

Petroperú, la petrolera estatal peruana, sería la encargada de llevar a cabo algunas de las nuevas explotaciones.

El gobierno peruano anunció planes para "modernizar" el Oleoducto Norperuano, operado por Petroperú en la Amazonía, para poder incrementar su capacidad de transporte.

El objetivo también sería evitar la contaminación ambiental, ya que ese ducto petrolero ha sido motivo de muchas críticas por diversos derrames.

El presidente del directorio de Petroperú, Carlos Paredes, señaló que no solo se busca "mejorar el oleoducto", sino también "extender su ámbito de operación".

En declaraciones a la agencia estatal de noticias, Andina, Paredes dijo que la petrolera estatal está trabajando con empresas privadas y con el Ministerio de Energías y Minas en la elaboración de un estudio que "permita identificar y proponer medidas concretas que fomenten el desarrollo de nuestra industria en la Amazonía".

Consultados por BBC Mundo sobre posibles planes para ampliar la explotación petrolera en las llamadas Cuencas Sagradas del Amazonas, voceros del ministerio negaron tal posibilidad.

"No se tiene en planes realizar ninguna adjudicación de lotes de hidrocarburos en el Alto Amazonas en el año 2020", señaló un portavoz.

BBC Mundo también trató de ponerse en contacto con el Ministerio de Energías y Recursos no renovables de Ecuador, pero al cierre de esta nota aún no había tenido éxito.

"Señales"

A pesar de las negativas oficiales, los activistas medioambientales apuntan a varias "señales" que mostrarían la intención de ambos países de ampliar su explotación petrolera en la Amazonía.

Ecuador reformó su ley de Hidrocarburos para hacer que la explotación petrolera sea más atractiva para las empresas extranjeras.

En tanto, el gobierno peruano presentó un proyecto de reforma similar ante el Parlamento. Además de aumentar el lucro para quienes exploten petróleo, la propuesta también extiende los años de contrato.

Según el Ministerio de Energías y Minas peruano, la reforma busca "fortalecer la seguridad energética del país, contar con un abastecimiento energético competitivo y mejorar aspectos ambientales y sociales relacionados con la industria de los hidrocarburos".

Para Koenig, el objetivo de fondo es "resucitar la industria petrolera peruana".

El activista medioambiental ve indicios aún más claros de que Ecuador planea expandir su producción, que se centra en la región amazónica.

En mayo pasado el país suscribió siete contratos petroleros en esa zona y para este año ya anunció para marzo la entrega de licitaciones en la llamada "ronda Intercampos", que ofrece ocho bloques en el norte de la Amazonía ecuatoriana.

Hace una década, el entonces presidente ecuatoriano Rafael Correa había suspendido los contratos en esa zona por considerarlos perjudiciales.

Por otra parte, el gobierno de Moreno anunció que en enero de 2020 Ecuador dejará de ser miembro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), una decisión que le permitiría aumentar su producción de petróleo libremente.

Desde 2016, la OPEP impulsa recortes de la producción de crudo para estabilizar el precio en el mercado internacional. Como parte de esa organización, Ecuador debía hacer lo propio. Ya no más.

El gobierno ecuatoriano informó que buscará aumentar su producción de petróleo un 2% el año próximo, para llegar a los 542.000 barriles por día.

Según un reciente editorial de El Comercio, esto requerirá que se amplíe la explotación en el ITT y se licite la zona Suroriente de la Amazonía, en pleno corazón de las Cuencas Sagradas.

Según Amazon Watch, si estas propuestas avanzan, se estará explotando una zona de la Amazonía del tamaño de Italia.

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