Ya se conoce quiénes fueron los atacantes que mataron a siete personas e hirieron a otras 48 en el centro de Londres la noche del sábado.

La policía reveló que se trata de Khuram Shazad Butt, de 27 años, Rachid Redouane, de 30 años, y Youssef Zaghba de 22.

En su declaración tras el atentado en el Puente de Londres y Borough Market, la primera ministra, Theresa May, volvió a destacar el papel de internet como un "espacio seguro" para el reclutamiento y la radicalización.

Pero ¿qué sabemos de cómo ellos y otros extremistas de Reino Unido se radicalizan?

En los últimos cinco años, hemos rastreado el flujo de combatientes extranjeros en Siria e Irak y hemos recopilado información sobre casi 800 reclutas occidentales, incluyendo a menudo sus rastros en redes sociales.

Nuestra experiencia e investigación sugieren que la radicalización rara vez ocurre exclusivamente en línea y que el papel de Internet es complejo.

Lo que sabemos de la trayectoria de radicalización de uno de los presuntos atacantes en el Puente de Londres lo demuestra.

Incitador ideológico

Un examigo de uno de los atacantes dijo a la radio la BBC que había reportado al hombre a las autoridades después de que se hubiera convertido en seguidor de Ahmad Musa Jibril en internet.

Jibril es un clérigo radical palestino-estadounidense que vive en Michigan, EE.UU., y que ha desarrollado un prolífico grupo de seguidores en línea entre los reclutas occidentales para la yihad siria.

Más de la mitad de los reclutas del autodenominado Estado Islámico a los que estudiamos para un informe de 2014 lo seguían en Facebook o Twitter, lo que lo convierte en una figura importante.

Encontramos que él no incitaba abiertamente a sus seguidores a la violencia, ni los animaba explícitamente a unirse a la yihad siria.

Sino que adoptaba el papel de animador ideológico, apoyando los principios de la oposición armada al presidente sirio, Bashar al Asad, y haciendo que la gente se sienta culpable por no unirse a la lucha.

Sentido de pertenencia

Sin embargo, nuestra investigación sugiere que el factor decisivo para hacer que la gente pase de ser extremista en términos de pensamientos y creencias a convertirse en "terroristas" no es la propaganda en línea, sino las redes sociales que se forman fuera de internet.

Ahora parece probable que al menos uno de los atacantes haya sido parte de la red extremista Al Muhajiroun, formada en torno al famoso extremista británico Anjem Choudary, que fue encarcelado por invitar a otras personas a apoyar a Estado Islámico en 2016.

Choudary también tenía un canal de YouTube, pero prácticamente todos sus seguidores lo conocían personalmente y fueron reclutados cara a cara.

Lo que él ofrecía era un sentido de comunidad, pertenencia y camaradería dentro de un círculo de compañeros.

Esto crea fuertes lazos interpersonales basados ??en lo que se ha llamado "amor en el grupo de pertenencia".

Internet juega un papel importante en términos de difusión de información y de construcción de marca de organizaciones como Estado Islámico, pero rara vez es suficiente para reemplazar la potencia y el encanto de un reclutador del mundo real.

Tal vez más que cualquier otro grupo radical, la red en torno a Choudary se ha relacionado con decenas de ataques, tanto en Reino Unido como en otros países, y con decenas de combatientes extranjeros que se unen a Estado Islámico en Siria.

Una cosa es que las compañías de Internet eliminen la propaganda radical.

Pero enfrentan una batalla cuesta arriba mientras que predicadores como Choudary pasen años propagando su mensaje en las calles británicas sin ser desafiados.

Publicidad