La contaminación del aire ha sido durante mucho tiempo una de las formas más perjudiciales de daño ambiental.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que el aire contaminado mata aproximadamente a siete millones de personas en todo el mundo cada año.

Los datos también muestran que 9 de cada 10 personas en el planeta respiran aire que excede los límites recomendados por la OMS para niveles de contaminantes.

Sin embargo, la pandemia global de covid-19 mostró la rapidez con que fue posible limpiar el aire en las ciudades mediante la reducción del tráfico.

Clara diferencia

Las emisiones de la quema de combustibles fósiles representan casi una cuarta parte de las emisiones de CO2 por actividades humanas.

Por lo tanto, el impacto en el transporte de los confinamientos en todo el mundo durante la pandemia de covid-19 fue relevante.

Según la Agencia Internacional de Energía, la actividad media mundial en nuestras carreteras cayó casi un 50% en comparación con 2019.

Y los resultados sobre la calidad del aire se pudieron ver a simple vista.

En un corto espacio de tiempo, las áreas urbanas registraron reducciones masivas en una variedad de contaminantes asociados con los motores de combustión interna.

En el caso de Reino Unido, por ejemplo, los datos recopilados por el Centro Nacional de Ciencias Atmosféricas mostraron marcadas reducciones en dióxido de nitrógeno (NO2) y en material particulado (PM2,5) en 10 ciudades.

En India la gente compartió en redes sociales imágenes de cielos despejados tras la reducción de aproximadamente el 90% de los viajes por carretera durante el confinamiento.

En abril, Sunil Dahiya, del Centro de Investigación sobre Energía y Aire Limpio en India, le dijo a la BBC: "La crisis actual nos ha demostrado que se pueden lograr cielos despejados y aire respirable muy rápido si se toman medidas concretas para reducir la quema de combustibles fósiles ".

Sin embargo, así como la calidad del aire mejoró con la reducción del tráfico, parece ser que la contaminación volvió a sus niveles usuales con la misma rapidez una vez que se relajaron las restricciones.

Poco impacto en las concentraciones de CO2

La Organización Meteorológica Mundial (OMM) afirmó que la respuesta global a la crisis de covid-19 ha tenido poco impacto en el continuo aumento de las concentraciones atmosféricas de CO2.

Aunque las emisiones de carbono se redujeron drásticamente durante los confinamientos, los datos de la OMM mostraron que esto solo ralentizó ligeramente el aumento general de las concentraciones.

Los detalles se publicaron en el boletín anual de gases de efecto invernadero de la OMM.

Durante los cierres, hubo llamados generalizados para que se mantuvieran los beneficios ambientales.

Quienes defendían esas medidas argumentaron que era esencial que el crecimiento económico tras la pandemia se centrara en seguir un camino sostenible y de bajas emisiones.

Pero a pesar de esos llamados, parece que la prioridad sigue siendo volver a la normalidad, independientemente del costo.

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