El calor de la erupción del monte Vesubio hace casi 2.000 años fue tan extremo que "convirtió el cerebro de una víctima en vidrio".
El volcán, que hizo erupción en el año 79, causó la muerte de miles de personas y destruyó asentamientos romanos cerca de la actual ciudad de Nápoles, en el sur de Italia.
La ciudad de Herculano fue enterrada por materia volcánica y sepultó a algunos de sus residentes.
Un equipo de investigadores ha estado estudiando los restos de una de esas víctimas que fue desenterrada en la década de 1960.
Un estudio publicado en el New England Journal of Medicine el jueves reveló que fragmentos de material vidrioso y negro fueron extraídos del cráneo de una víctima.
"Hallazgo extremadamente raro"
Los autores del estudio creen que el material negro son los restos vitrificados del cerebro del hombre.
La vitrificación es el proceso por el cual un material se quema a altas temperaturas y se enfría rápidamente, convirtiéndolo en vidrio o en un tipo de esmalte.
"La preservación de restos cerebrales antiguos es un hallazgo extremadamente raro", dijo el doctor Pier Paolo Petrone, antropólogo forense de la Universidad de Nápoles Federico II y autor principal del estudio.
"Este es el primer descubrimiento de un cerebro humano antiguo que permanece vitrificado por el calor", añadió.
La víctima, que se estima era un hombre de unos 20 años, fue "encontrada acostada en una cama de madera, enterrada por cenizas volcánicas" en Herculano. Probablemente murió instantáneamente por la erupción, afirmó Petrone.
Calor extremo
El análisis de la madera carbonizada encontrada cerca del cuerpo mostró que se alcanzó una temperatura máxima de 520 ºC.
Esto sugiere que "el calor radiante y extremo fue capaz de quemar la grasa corporal y vaporizar los tejidos blandos" antes de una "caída rápida de temperatura", detalla el informe.
"La detección de material vidrioso en la cabeza de la víctima, de proteínas en el cerebro y de ácidos grasos encontrados en el cabello indica la preservación inducida térmicamente del tejido cerebral humano vitrificado", dice el estudio.
El material vítreo no se encontró en otros lugares del sitio arqueológico.
Durante la erupción del Vesubio, Herculano fue enterrada por flujos piroclásticos, corrientes rápidas de fragmentos de rocas, cenizas y gases calientes.
Esa materia volcánica carbonizó y conservó partes de la ciudad, incluidos los esqueletos de los residentes que no pudieron huir.
Los arqueólogos han estado investigando durante siglos los restos de Herculano y Pompeya, el otro asentamiento romano destruido por el Vesubio.