Guam, una isla en el océano Pacífico de apenas 541 kilómetros cuadrados, se encuentra en el centro de la escalada retórica que enfrenta a Estados Unidos con Corea del Norte.

En el cruce de comentarios, Donald Trump advirtió que Estados Unidos respondería con "fuego y furia" a una amenaza de Corea del Norte.

Por su parte, la agencia de noticias de Corea del Norte, KCNA, informó que las fuerzas militares del país "examinan el plan operativo para hacer un fuego envolvente en las áreas alrededor de Guam", lo que incluiría el lanzamiento de misiles Hwasong-12 de medio a largo alcance.

Posteriormente Trump dijo que su comentario de "fuego y furia" no era exagerado y que "Corea del Norte debería estar muy, muy nerviosa si le hace algo a Estados Unidos".

Y es que Guam no es una isla cualquiera de la Micronesia.



Se trata de un territorio "no incorporado" de EE.UU., lo que para Naciones Unidas es un territorio "no autónomo" y que algunos directamente consideran una colonia.

Las personas nacidas en Guam son ciudadanos estadounidenses, pero no poseen todos los derechos. Por ejemplo, no votan en las elecciones nacionales.

Los guameños, en cambio, sí votan en las internas de los partidos y eligen al gobernador, que actualmente es el republicano Eddie Baza Calvo.

Pero, ¿cómo esta isla de 160.000 habitantes ubicada entre Filipinas y Hawái acabó siendo territorio de EE.UU.?

Historia con sangre

Como otras de las Islas Marianas, los estudios arqueológicos indican que Guam se convirtió en hogar de pobladores indonesios-filipinos por el año 2000 a.C.

En 1521 el explorador Fernando de Magallanes desembarcó en la isla y 44 años más tarde, en 1565, España la reclamó oficialmente.

No obstante, de acuerdo con la Enciclopedia Británica, España "no intentó conquistar (Guam) hasta fines del siglo XVII", cuando la población local protagonizó un levantamiento que fue reprimido "con una gran matanza".

Guam fue colonia española hasta 1898, año en que el país europeo le cedió a Estados Unidos este territorio junto con Cuba, Puerto Rico y Filipinas, en el contexto de la Guerra Hispano-Estadounidense.

La isla volvió a ser terreno de un sangriento enfrentamiento con la invasión y ocupación japonesa en diciembre de 1941, tras el ataque a la base militar estadounidense de Pearl Harbor que dio inicio a la intervención de la potencia norteamericana en la Segunda Guerra Mundial.

Algunos historiadores calculan que, durante la ocupación, las fuerzas armadas japonesas mataron al 10% de la población de la isla.



Casi tres años después y luego de un nuevo baño de sangre, EE.UU. consiguió recuperar Guam y, desde entonces, permanece como su territorio más alejado.

Punto militar estratégico

Guam fue una base militar clave para EE.UU. durante la Segunda Guerra Mundial y sigue siéndolo.

Cerca de un cuarto de la isla está bajo control del ejército estadounidense, que tiene allí 6.000 soldados de la naval y fuerza aérea.

La clave de su excepcionalidad estratégica está en su ubicación geográfica: Guam se encuentra cerca de varios centros de alta tensión en el Pacífico Occidental, como el Mar de China Meridional, las Coreas y el Estrecho de Taiwán.

De hecho, el Pentágono tenía previsto duplicar el número de tropas en la próxima década aún antes de la amenaza de Corea del Norte.

Ahora Guam vive otro período de incertidumbre en su turbulenta historia.

"Cada vez que alguien se hace el bravucón en esta parte del mundo, Guam siempre está en el medio", dijo Robert A. Underwood, presidente de la Universidad de Guam, al diario The Washington Post.

Y agregó: "La gente dice: 'Odio ser un objetivo. Somos la punta de la lanza. ¿Por qué no podemos ser otra parte de la lanza?'".

Publicidad