El caso de los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos en México en 2014 dio un nuevo viraje este martes.

La Fiscalía General de la República (FGR) de México informó que restos humanos encontrados en noviembre pasado corresponden con el estudiante Christian Alfonso Rodríguez Telumbre.

El jefe del equipo de investigación del llamado caso, Omar Gómez Trejo, indicó que dos análisis de ADN confirmaron la correspondencia de los restos óseos.

Sumando este resultado, el primero de su tipo en cinco años, ya se ha podido comprobar -con objeciones de especialistas- que tres de los alumnos de la escuela para profesores del estado de Guerrero fueron asesinados.

Y a diferencia de la investigación anterior, la FGR considera que "sigue abierto" el caso de la desaparición de los estudiantes la noche del 26 de septiembre de 2014.

Ese día, decenas de estudiantes de la Escuela Normal Rural "Isidro Burgos", de la localidad de Ayotzinapa, fueron detenidos por autoridades en el municipio de Iguala, del estado de Guerrero.

Algunos fueron liberados, pero 43 fueron reportados como desaparecidos.

La primera investigación apuntó a que los desaparecidos fueron entregados a criminales, quienes los asesinaron e incineraron sus restos, un móvil que el entonces fiscal Jesús Murillo Karam llamó "verdad histórica" a pesar de que no había suficientes evidencias forenses de los cuerpos.

Pero Gómez Trejo señaló que la nueva evidencia echa abajo la"verdad histórica".

"Hemos roto el pacto de impunidad y silencio que rodeaba al caso Ayotzinapa", señaló Gómez Trejo.

"Con este nuevo hallazgo, como lo señaló el fiscal de la República, la 'verdad histórica' se acabó y el caso sigue abierto", añadió.

¿Qué es lo nuevo?

Gómez Trejo informó que del 21 al 29 de noviembre de 2019, un equipo de la nueva investigación encontró restos humanos en una barranca del ejido de Cocula.

"No es el basurero de Cocula, ya que la barranca se encuentra a más de 800 metros de distancia de donde se crea la narrativa de la 'verdad histórica'", dijo en referencia a lo que la investigación de Murillo Karam ubicó como el sitio de la supuesta incineración en ese tiradero.

Los peritos recabaron "15 indicios" y enviaron muestras a la Universidad de Innsbruck -institución de Austria que ya había identificado a otro estudiante en 2015- para su análisis.

La institución determinó que había pruebas de que se trataban de restos, de una extremidad inferior, de Rodríguez Telumbre.

"Para mayor certeza, los resultados fueron analizados también por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), que terminó su revisión el 4 de julio, concluyendo de forma coincidente que una de las piezas óseas pertenece al estudiante", explicó Gómez Trejo.

"No fue tirado ni encontrado en el basurero de Cocula, ni en el río San Juan, tal y como la versión que pública y judicialmente sostuvo la administración anterior", recalcó el funcionario.

La familia de Rodríguez Telumbre fue informada el pasado domingo.

Más restos serán analizados

De los restos encontrados por la pasada investigación, dos estudiantes del grupo de 43 fueron identificados: Alexander Mora Venancio y Jhosivani Guerrero de la Cruz.

Sin embargo, el EAAF, una ONG especializada en este tipo de casos que fue llamada como ente independiente en la investigación, ha sostenido que no hay evidencias suficientes en el caso de Guerrero de la Cruz.

Los familiares de los desaparecidos han exigido la localización y presentación con vida de los estudiantes que no han sido identificados a través de restos humanos, además de que rechazan la "verdad histórica".

La detención de decenas de personas -del grupo criminal Guerreros Unidos, policías municipales y autoridades locales- se ha visto envuelta en problemas judiciales por casos de tortura.

El exfiscal Tomás Zerón es buscado por la FGR, que a su vez informó que habrá"otro envío de restos" para el análisis de las instituciones especializadas.

"A diferencia de lo que ocurrió en el pasado, no precipitará resultados ni difundirá conclusiones que no cuenten con dicho sustento", señaló la institución.

"Hemos roto el pacto de impunidad y de silencio que se encontraba el caso Ayotzinapa, que negaba el derecho a la verdad y justicia. Hoy decimos ¡Esto no es así! Está es una nueva etapa que rompe con la narrativa de una mentira que cerró más posibilidades de buscar y encontrar".

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