"Les digo a nuestros amigos europeos: aprovechen la oportunidad que ofrece nuestra nueva propuesta. Únanse a nosotros en la mesa de negociaciones con un espíritu de compromiso y cooperación".
Ese es el llamamiento del primer ministro británico, Boris Johnson, en un artículo en los dominicales de los periódicos británicos The Sun y Daily Express.
"Nos vamos en 25 días. Podemos hacerlo con un acuerdo si la UE está dispuesta", asegura Johnson ante la reanudación de las conversaciones este lunes.
Johnson considera su plan "constructivo y razonable" ya que contiene compromisos para encontrar soluciones alternativas al tema de la frontera entre las Irlandas, principal obstáculo para alcanzar un pacto sobre el Brexit.
Tras la presentación la semana pasada de su plan para evitar una salida abrupta de la Unión Europea, el primer ministro británico considera que ahora la pelota está en el tejado de la UE.
Y aunque en algunos círculos de la UE se perciba el plan de Johnson como "mejor de lo esperado", la cuestión está en si todavía es posible un acuerdo.
Tiempo no hay mucho, la fecha límite es el 31 de octubre. Si para entonces no hay acuerdo, se podría producir un "Brexit duro", un divorcio abrupto.
Frontera de las Irlandas
Cómo evitar la reinstalación de una frontera entre Irlanda del Norte (territorio británico) e Irlanda (miembro de la UE) se ha convertido en el gran obstáculo para el acuerdo.
Ambas partes concuerdan que la ausencia de controles fronterizos es clave para mantener el delicado equilibrio que ofrecen los Acuerdos de Viernes Santo, que pusieron fin a lo peor de la violencia entre unionistas, partidarios de pertenecer a Reino Unido, y los republicanos, partidarios de la independencia o la integración a la República de Irlanda.
Para evitar la frontera, la UE había pactado con la antecesora de Johnson, Theresa May, una "salvaguarda" por la que los británicos quedarían atados a regulaciones europeas en tanto se negociaba un acuerdo de libre comercio.
Esa fórmula fue repetidamente rechazada por el Parlamento británico, lo que incluso provocó la dimisión de May.
Y aunque el mantra de Bruselas desde que Johnson se convirtió en primer ministro ha sido: estamos comprometidos con nuestro acuerdo con May, si Londres no lo acepta, es su responsabilidad encontrar una alternativa, no de la UE.
Ahora, diplomáticos de alto rango de la UE le dijeron a Katya Adler, editora de Europa de BBC News, que algunas de las propuestas de Boris Johnson eran "mejores de lo esperado".
Su oferta de que Irlanda del Norte mantuviera algunas de las regulaciones aduaneras europeas durante cuatro años, entre 2021 y 2025, "fue excelente, al igual que el tono de su carta de presentación a Jean-Claude Juncker (presidente de la Comisión Europea)", le dijo un diplomático del norte de Europa a Adler.
"Todo muy profesional. Creo que quiere un acuerdo. Que no se trata solo de retórica".
Otro éxito con gran parte de la audiencia de la UE fue el reconocimiento de Johnson de que la salvaguarda irlandesa y las alternativas para reemplazarla serían específicas para la isla de Irlanda.
Johnson se compromete a que no buscará replicar las ventajas de ese acuerdo especial en sus otras fronteras posteriores al Brexit con la UE, como el cruce de Dover-Calais (que conecta vía marítima a Reino Unido con Francia).
Preocupación aduanera
Pero los diplomáticos también hicieron eco de las preocupaciones del jefe negociador del Brexit de la UE, Michel Barnier, quien comentó, con los labios apretados, que aunque "hay una mejora... todavía no se alcanzó la meta".
El equipo de Barnier dice que tendrá muchas preguntas detalladas para el gobierno, después de un examen más detenido de la oferta de Reino Unido.
De hecho, las propuestas de Johnson plantean una serie de preocupaciones para la UE, incluido un signo de interrogación sobre la regulación aduanera de Irlanda del Norte que el diplomático del norte de Europa alabó tanto.
El primer ministro pide que el gobierno de Irlanda del Norte, que incluye al partido ultraunionista DUP (Partido Unionista Democrático), tenga poder de veto sobre la alineación aduanera que adopte la región (ya sea la de la UE o la de Reino Unido).
Esto significa que podrían negarse a renovar el acuerdo en 2025 o incluso detenerlo.
La UE también cree que las propuestas del primer ministro dejarían al mercado único europeo expuesto después del Brexit (principalmente debido a los riesgos de contrabando) y también podrían representar una amenaza para el proceso de paz de Irlanda del Norte.
La UE, dirigida por Dublín, ha descartado cualquier control aduanero en la isla de Irlanda, cualquier procedimiento que interrumpa la economía de toda Irlanda.
Otra crítica de la UE es que la propuesta de Reino Unido carece de detalles sobre cómo se llevarían a cabo los controles aduaneros, incluso fuera de la frontera entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda.
¿Qué dice Johnson?
El plan de Johnson contempla que todos los procesos aduaneros entre Reino Unido y Europa sean gestionados de forma electrónica en una base descentralizada y con un número muy pequeño de puestos físicos de control.
Estos controles deben realizarse fuera de las fronteras, en las instalaciones comerciales o en "otros puntos de la cadena de suministro"
En el artículo publicado este fin de semana, Johnson dice que sus propuestas "eliminan la salvaguarda" y a la vez "evitan cualquier infraestructura o control en la frontera irlandesa".
"Nuestro plan respeta el proceso de paz de Irlanda del Norte y el acuerdo del Viernes Santo", añade.
Además, el plan de usar tecnología para eliminar los controles aduaneros en la frontera liberaría a Reino Unido de las reglas comerciales de la UE, de acuerdo a Johnson, permitiéndole a ese país "recuperar el control de la política comercial y hacer acuerdos de libre comercio con amigos de todo el mundo".
"Los parlamentarios de todos los sectores de mi propio partido conservador, del DUP de Irlanda del Norte, incluso de las propias filas de Jeremy Corbyn (del partido Laborista), han dicho que nuestro acuerdo propuesto parece ser uno que pueden respaldar", asegura Johnson.
Voluntad de acuerdo
Pero no es de esperar que la UE se apresure a aplastar las propuestas del primer ministro, porque:
A) los líderes de la UE quieren un acuerdo.
B) si no va a haber un acuerdo, la UE no quiere que se le vea cerrándole la puerta en la cara a Reino Unido.
Juncker acogió con agrado las propuestas de Reino Unido a Bruselas.
Aunque expresó preocupación por algunos elementos del documento, ofreció de inmediato que la UE estuviera disponible día y noche para futuras negociaciones.
Su intención: devolver el balón a la cancha de Reino Unido.
¿Negociaciones sinceras o campaña política?
Sin embargo, la UE cuestiona cuán flexible puede o querrá ser Johnson en las negociaciones, especialmente si se avecina una elección general.
Bruselas busca aclarar una confusión constante de la UE desde que Boris Johnson se convirtió en primer ministro: ¿debería la UE creer que Johnson está en negociaciones reales con el gobierno o las conversaciones son en última instancia un telón de fondo para una campaña electoral?
"Todos los ojos estarán puestos en [el secretario del Brexit] Steve Barclay", me dijo una fuente de alto rango de la UE. "Él es quien habla con la Comisión Europea y es el que es más duro".
Hay diplomáticos que sugieren que es casi como si Boris Johnson y el secretario del Brexit fueran el policía bueno y el policía malo cuando se trata de hablar con la UE.
Antes de que la UE piense en ofrecer compromisos e Irlanda es clave aquí, tiene que creer que las negociaciones son sinceras y que se puede encontrar un acuerdo aceptable.
¿Extensión del plazo?
También hay dudas sobre si los parlamentarios británicos aprobarían un "acuerdo diseñado por Boris" y también si el Parlamento Europeo daría el visto bueno.
En el lado de la UE, es virtualmente imposible encontrar a alguien que diga que cree que se puede elaborar un nuevo acuerdo sobre el Brexit a tiempo para la cumbre de líderes en el Consejo Europeo el 17 y 18 de octubre.
Pocos piensan incluso que sea posible alcanzar un acuerdo a fines de mes, para evitar el Brexit duro.
En última instancia, señala Adler, la UE no compra la línea del primer ministro de que la opción es este acuerdo o ninguno.
La editora de la BBC considera que Bruselas cree que otra extensión es el nuevo capítulo más probable en el proceso de Brexit en curso.
De hecho, el Parlamento británico aprobó a inicios de septiembre una ley para impedir que Reino Unido abandone la Unión Europea sin acuerdo el 31 de octubre y que pida extender el plazo del Brexit.