Es una sentencia muy dura de consecuencias políticas impredecibles.
Este martes, la Corte Suprema de Reino Unido consideró ilegítima, nula y sin efectos la decisión del primer ministro Boris Johnson de solicitar a la reina Isabel II suspender las actividades del Parlamento británico entre el 10 de septiembre y el 15 de octubre.
La medida era cuestionada por la oposición, que acusaba a Johnson de querer limitar los márgenes de debate parlamentario sobre el Brexit para intentar asegurarse de conseguir la salida de Reino Unido de la Unión Europea (UE) con o sin acuerdo el próximo 31 de octubre.
El máximo tribunal le otorgó la razón a estos críticos.
"La decisión de aconsejar a Su Majestad de suspender el Parlamento fue ilegal porque tenía la intención de evitar la capacidad del Parlamento de realizar sus funciones constitucionales sin una justificación razonable", dijo la presidenta de la Corte Suprema, Brenda Hale, al anunciar el fallo adoptado de manera unánime por los 11 magistrados.
Hale señaló que el efecto de la suspensión "sobre las bases de la democracia era extremo".
Johnson, quien al conocerse el fallo se encontraba en Nueva York participando en la Asamblea General de Naciones Unidas, dijo que respetará la decisión de la Corte Suprema aunque está "fuertemente en desacuerdo" con la misma e insistió en que espera que el Brexit ocurra el próximo 31 de octubre como está previsto.
Pero políticamente las próximas cinco semanas pueden ser interminables e imprevisibles.
Si hasta ahora existían dudas sobre la posibilidad real de que para entonces se hiciera efectiva la salida de Reino Unido de la UE, ahora crecen las dudas sobre si Johnson puede conservar su puesto por tanto tiempo, dado que tras el fallo de la Corte Suprema se han multiplicado las peticiones de que dimita.
Sin embargo, nada está escrito aún, ni sobre el Brexit ni sobre el futuro político de Johnson.
Hasta ahora, lo único seguro es que el Parlamento británico reanudará sus actividades este miércoles.
BBC Mundo te ofrece cuatro escenarios posibles sobre lo que está por venir.
1. Renuncia de Boris Johnson
Tras la decisión de la Corte Suprema, los llamados para que Johnson dimita se han multiplicado a lo largo de gran parte del espectro político.
El jefe de la oposición, el laborista Jeremy Corbyn, dijo que tras haber "engañado al país", el primer ministro debería renunciar.
Una postura similar sostuvo el líder del derechista Partido del Brexit, Nigel Farage, quien dijo que Johnson debía ofrecer su renuncia al Parlamento este miércoles "como una cuestión de honor".
Desde las filas del Partido Liberal Demócrata, Jo Swinson afirmó que Johnson "no es apto para ser primer ministro" y debería renunciar.
Llamados similares han expresado dirigentes del Partido Nacionalista Escocés (SNP, por sus siglas en inglés).
La posibilidad de que Johnson dimita, sin embargo, parece altamente improbable en este momento, a la vista de las muestras que ha dado de su intención de seguir adelante tanto con el Brexit como con el gobierno.
2. Voto de no confianza
Si Johnson no quiere renunciar, la oposición tiene la posibilidad de impulsar en el Parlamento un voto de censura o voto de no confianza.
Si esta moción es aprobada por una mayoría, se abre un período de 14 días para que el mismo gobierno u otro que logre el apoyo mayoritario de la Cámara de los Comunes proponga y obtenga un voto de confianza para poder gobernar.
En caso contrario, se procede a la convocatoria de elecciones generales.
El líder del SNP en el Parlamento de Westminster, Ian Blackford, abogó este martes por esa posibilidad.
"La oposición tiene que hacer su trabajo. Tenemos que destituirlo y necesitamos hacerlo a través de un voto de censura", dijo.
Sin embargo, esta iniciativa no cuenta con un apoyo unánime en la oposición. Al menos no en lo inmediato pues, aunque el Partido Laborista respalda la convocatoria de nuevas elecciones, Corbyn ha dejado claro que no quiere que estas se convoquen hasta que se haya conseguido una extensión del plazo para la ejecución del Brexit más allá del 31 de octubre.
3. Moción de censura
El Parlamento británico también tiene la opción de propinarle a Johnson un golpe político a través de una moción de censura.
A diferencia del voto de censura, esta opción no tiene carácter vinculante, por lo que permite a los legisladores manifestar su descontento con el primer ministro sin destituirlo ni convocar nuevas elecciones.
4. Juicio político
Algunos legisladores del Partido Laborista han estado hablando sobre la posibilidad de someter a Boris Johnson a un impeachment o juicio político.
Se trata de una opción altamente improbable.
Ningún primer ministro británico ha sido sometido jamás a un proceso de este tipo, aunque sí ha ocurrido con otros miembros del gabinete.
La última vez que esto ocurrió fue en 1806.
En todos estos escenarios, Johnson cuenta con una carta importante a su favor: las dificultades que tiene la oposición para lograr un consenso sobre una solución alternativa para la crisis en torno a la salida de Reino Unido de la Unión Europea.
¿Y qué pasa con el Brexit?
Mientras la decisión de la Corte Suprema significa un duro golpe para el gobierno de Johnson, el calendario del Brexit sigue su marcha.
El mes pasado, poco después de que Johnson anunciara que solicitaría la suspensión del Parlamento, los legisladores aprobaron una ley para evitar un Brexit duro (uno que se realice sin la existencia de un acuerdo mutuo con la Unión Europea).
Esa norma le otorga un plazo hasta el 19 de octubre para sellar un arreglo con la UE o para obtener autorización del Parlamento para un Brexit duro. En caso contrario, Johnson debe solicitar ante la UE una prolongación del proceso de negociaciones más allá del 31 de octubre.
Hasta ahora, sin embargo, el primer ministro británico se ha negado en redondo a la posibilidad de pedir una prórroga para el Brexit, lo que ha llevado a especular con la idea de qué pasaría si Johnson se negase a cumplir con esa exigencia.
En ese caso, los analistas anticipan una batalla legal que se sumaría a la larga lista de polémicas ocurridas durante su ejercicio como primer ministro.
"En sus dos meses en el poder, Boris Johnson ha perdido sus primeras seis votaciones en la Cámara de los Comunes, quebrantó la ley al suspender el Parlamento y confundir a la reina", señala la editora de política de la BBC Laura Kuenssberg.
"Incluso para un político que parece disfrutar rompiendo las reglas, se trata de señalamientos serios que ni siquiera los más fervientes seguidores de Johnson pueden simplemente ignorar", concluye.