Una era que ha durado 16 años está a punto de llegar a su fin en Alemania.
Este domingo 26 de septiembre se celebran unas elecciones federales que marcarán el final de Angela Merkel al frente del gobierno.
Y por primera vez en 15 años, a principios de mes una encuesta de opinión dio al centro izquierda una ventaja sobre los conservadores de la canciller.
Entre toda la incertidumbre que conllevan los resultados de unas elecciones, una sola cosa está clara: quien gane tendrá que formar gobierno en coalición.
Se prevé que hasta tres partidos podrían conseguir suficientes escaños en el Bundestag como para hacerlo y elegir al próximo canciller.
Te presentamos una sencilla guía para entender qué es lo que eligen exactamente los alemanes y cuál es el procedimiento que se sigue hasta que se conforma el gobierno.
¿Qué se vota?
Los alemanes acudirán a las urnas para elegir la Cámara Baja del Parlamento federal, el Bundestag.
Aunque la votación en persona se lleva a cabo ese día, la votación por correo ya comenzó.
Unos 60,4 millones de alemanes mayores de 18 años pueden votar.
El Bundestag se compone de al menos 598 escaños, y generalmente más.
Aunque el partido ganador se conocerá la noche misma de las elecciones, la composición del próximo gobierno llevará más tiempo, ya que se hace cuando el ganador consigue formar alianzas con otros partidos que le permitan completar la mayoría absoluta.
Eso hace que el nombre del próximo canciller no se conozca hasta un tiempo después.
¿Cómo se elige al canciller?
Normalmente, es el partido de la coalición que más escaños tiene el que elige al canciller.
Pero la formación de coaliciones lleva tiempo, ya que los partidos deben ponerse de acuerdo y alcanzar compromisos y acuerdos para nombrar a los ministros.
Cuando se llega a un acuerdo sobre todos estos temas, los miembros del nuevo Parlamento votan para aprobar al nuevo canciller.
¿Qué partidos tienen más posibilidades?
Las últimas encuestas de opinión apuntan a tres partidos con posibilidades de obtener los escaños suficientes para liderar un gobierno de coalición y elegir al próximo canciller.
- Unión Demócrata Cristiana (CDU en alemán)
La conservadora CDU de Merkel ha dominado la política alemana durante décadas junto con su partido hermano en Baviera, la Unión Social Cristiana (CSU).
Su sucesor natural, Armin Laschet, el presidente de la CDU, partía hace unos meses como favorito para convertirse en el nuevo líder alemán, pero su campaña se desplomó en las últimas semanas.
En buena parte, su mal momento se debe a errores que han afectado su credibilidad como candidato.
En julio, por ejemplo, debió disculparse luego de que se le viera riéndose a carcajadas en una visita a la zona afectada por graves inundaciones.
De 60 años, Laschet es desde 2017 el líder de la región más poblada de Alemania, Renania del Norte Westfalia, y ha sido descrito como un candidato cercano a Merkel y que, sobre todo, podría darle continuidad a buena parte de sus políticas de centroderecha.
A pesar de liderar el partido que ha gobernado Alemania desde 2005, en encuestas sobre credibilidad, simpatía y competencia, Laschet se ubica detrás del socialdemócrata Olaf Scholz.
- Partido Socialdemócrata (SPD)
El SPD de centroizquierda ha formado parte de la coalición de gobierno con los conservadores y está empatado en las urnas con ellos.
La novedad es que, por primera vez en 15 años, una encuesta puso al partido por delante de la CDU.
Olaf Scholz, ministro de Finanzas de Alemania, es el candidato a canciller del partido y ahora tiene una posibilidad real de ganar.
- Los Verdes
El programa de Los Verdes ?en la izquierda del espectro político? se centra en el cambio climático y la justicia social.
A principios de este año, lideraba las encuestas.
Su líder, Annalena Baerbock, aún no ha jugado ningún papel en el gobierno, pero podría llevar a su partido a la coalición.
Posibles coaliciones
Desde hace unos años, la opinión pública alemana, con la prensa a la cabeza, usa algunas banderas nacionales para describir las posibles coaliciones.
Los partidos siempre se han identificado con colores: la CDU se representa con color negro, los socialdemócratas del SPD con el rojo, los Verdes con el color que llevan por nombre, los liberales del FDP, amarillo, y Die Linke (la izquierda), el partido poscomunista, con un rojo más oscuro.
Por eso se escucha estos días hablar de la coalición Jamaica (CDU-CSU, Verdes y liberales), la Kenia (CDU-CSU, SPD y Verdes), la Alemania (CDU-CSU, SPD y liberales) y la llamada semáforo (SPD, Verdes y liberales).
Por su parte, el partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD) no entra en ninguna quiniela.
Aunque goza de un fuerte apoyo en las regiones del este de Alemania, recibe el rechazo de los principales partidos debido a sus políticas y nadie parece plantearse formar coalición con él.
¿Cómo se decide el ganador?
Cuando los alemanes van a las urnas, votan por dos cosas.
Los primero que eligen es un diputado local de su circunscripción.
Hay 299 distritos electorales; es decir, aproximadamente un diputado por cada 250.000 personas.
Al candidato que obtiene más votos se le adjudica un escaño.
Este sistema en el que el ganador se lo lleva todo se conoce como "primer voto".
Lo segundo que votan, el "segundo voto", se basa en un sistema diferente: la representación proporcional.
Los 299 escaños restantes se asignan en función de los votos obtenidos por cada partido.
El escaño lo logran los políticos en función de las listas elaboradas por su partido.
Esta es la explicación de cómo se llenan los asientos del Bundestag.
¿Por qué es decisiva la segunda votación?
Para empezar, porque un partido debe ganar al menos el 5% de los votos de la segunda votación para ingresar al Bundestag.
Este umbral se diseñó para evitar que los partidos pequeños, a menudo radicales, llegaran al poder.
Entonces, de acuerdo con el sistema electoral mixto de Alemania, la composición del Parlamento debe reflejar el resultado del "segundo voto".
Por tanto, es este "segundo voto" el que determina el porcentaje de escaños que obtendrá cada partido en el Bundestag y sus posibilidades de formar gobierno.
Entonces ¿por qué varía el tamaño del Bundestag?
Esta es la parte complicada. El número de escaños en el Parlamento puede aumentar si hay desequilibrios entre los resultados de cada partido en las dos votaciones. Entonces, el Bundestag resultante no se compondría de 598 escaños, sino de 709.
De hecho el actual Bundestag tiene 730 escaños.
Considere este ejemplo hipotético:
La CDU obtiene 110 escaños en la votación de la circunscripción y 100 escaños en la votación del partido. En este escenario, la CDU tendría 10 escaños más de los que debería, según el importantísimo "segundo voto".
A veces, los votantes respaldan a un candidato en particular y luego eligen un partido diferente.
Lo que sucedería en este ejemplo es que la CDU se quedaría con los 10 asientos adicionales, que se conocen como Überhangmandate o "mandatos excedentarios".
Sin embargo, la CDU ahora tiene 10 asientos más de los que debería tener, una ventaja injusta.
Para nivelar el campo de juego, a todos los demás partidos se les asignan los llamados Ausgleichsmandateo "mandatos de compensación". Esto aumenta el número de representantes de todos los demás partidos sobre una base porcentual.
En este ejemplo, sus escaños aumentarían en un 10% de sus resultados electorales para corregir el desequilibrio.
¿Cuándo se conocerán los resultados?
Los ganadores y perdedores se conocerán a las pocas horas del cierre de los colegios electorales este domingo.
Fue lo que sucedió en las últimas elecciones al Bundestag en 2017, cuando Angela Merkel pronunció un discurso sombrío para marcar los decepcionantes resultados de su partido.
Pero las negociaciones para la formación de un gobierno pueden llevar semanas.
Así ocurrió en 2017, cuando hubo un intento fallido de formar coalición entre la CDU (negro), los Verdes y el FDP (amarillo).