Andrés Manuel López Obrador levantó los brazos e hizo la señal de paz con las manos. "Yo prefiero el amor y paz", dijo.
Fue la respuesta del presidente de México a las preguntas sobre la amenaza de su homólogo estadounidense, Donald Trump, de cerrar la frontera entre ambos países.
Los periodistas que conversaban con el mandatario querían saber si existe algún plan oficial en caso de que Trump cumpla su advertencia.
"No quiero adelantar vísperas" insistió AMLO. "No vamos a confrontarnos con el gobierno de Estados Unidos".
El diálogo tuvo lugar este lunes durante la habitual conferencia de prensa matutina del presidente mexicano.
Sus palabras son un resumen de la posición de AMLO ante las críticas y amenazas del magnate estadounidense, quien cuestiona lo que llama "falta de acción" por parte de México para contener la migración irregular hacia su país.
Desde el inicio de su gobierno el pasado 1 de diciembre, López Obrador ha evitado responder directamente a las advertencias de Trump, publicadas sobre todo en su cuenta de Twitter.
Hace unos días, por ejemplo, el mandatario estadounidense aseguró que el gobierno mexicano no hace nada para detener el flujo de migrantes hacia su país.
"Ahora están llegando tras dos caravanas" de migrantes y México podría detenerlos, dijo en Michigan.
"Podrían hacerlo fácilmente, y si no lo hacen vamos a cerrar la maldita frontera".
El discurso subió de tono este martes cuando el magnate dijo que estaba 100% listo para cumplir su amenaza.
El secretario de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard, dijo que el país está preparado para enfrentar un eventual cierre de la frontera.
Pero, al igual que AMLO, insistió en que no puede adelantar ningún escenario.
"Prudencia"
La respuesta de López Obrador a las advertencias de Trump se muestra mesurada. La decisión de su gobierno, dice, es "tener una política de amistad, de buena vecindad con Estados Unidos".
"Actuar con mucha prudencia, no engancharnos en una confrontación, en un pleito", afirma.
Según AMLO, Trump "tiene una visión que respeto y que considero legítima".
México asegura que su prioridad es atender las causas de la migración irregular a través de una estrategia de inversión en Centroamérica.
La estrategia también incluye visas para trabajar en proyectos de infraestructura en el sureste mexicano, como la construcción del Tren Maya o el programa de árboles frutales en Chiapas.
"La gente se echa andar, emigra por necesidad y por violencia. Entonces hay que atender las causas", insiste López Obrador.
Es una de las razones por las que su gobierno no detendrá a las caravanas de migrantes que cruzan el país, como exige Trump.
La estrategia del gobierno mexicano es distinta, afirma la secretaria de Gobernación mexicana, Olga Sánchez Cordero.
"El presidente Trump es el presidente Trump, nosotros tenemos que regular nuestra frontera", subraya.
Esto implica registrar a todas las personas que ingresan al país, sin importar que cuenten o no con documentos migratorios, dice la funcionaria.
Tormenta diplomática
La cautelosa respuesta de AMLO a Trump causó polémica en el país.
Algunos, como el presidente del opositor Partido Acción Nacional (PAN), Marko Cortés, exigieron una posición enérgica ante el magnate estadounidense.
"Nos preocupa la actitud sumisa, timorata y cobarde que ha tenido el gobierno de la República respecto a Donald Trump", dijo.
El excanciller Jorge Castañeda dijo que el presidente parece mostrar desinterés en la relación de México con Estados Unidos.
"No está familiarizado con los asuntos internacionales. Preferiría no tener que preocuparse por esas cosas", dijo al canal Televisa.
En cambio, otros como el senador Miguel Ángel Osorio Chong, del opositor Partido Revolucionario Institucional (PRI), ofreció respaldar al presidente López Obrador.
"La gente espera una postura firme de respeto hacia nuestro país", dijo. "Nosotros vamos a acompañar al presidente si es que la decide tomar".
Y algunos como Rafael Alarcón Acosta, investigador del Colegio de la Frontera Norte, afirman que en el fondo la amenaza de cerrar la frontera con México es una estrategia política de Trump.
"Continuará insistiendo en ello porque le ayuda a su reelección", dijo al diario La Jornada.
Por su parte, el actual canciller mexicano Marcelo Ebrard dice que el gobierno estadounidense no planea realmente cerrar la frontera. "Pero si enfrentamos una situación más difícil, estaremos preparados para hacerle frente".
"Nosotros actuaremos siempre con dignidad, respeto. Jamás vamos a permitir que nos atropellen", remarcó.