La autora de la flamante novela American Dirt ("Tierra americana") Jeanine Cummins afirma en su libro que hubiese deseado que alguien "de piel un poco más oscura" que ella la hubiera lo escrito.

"Pero luego pensé, si eres una persona que tiene la capacidad de construir un puente, ¿por qué no ser un puente?", añade Cummins, de piel blanca y antepasados puertorriqueños.

El libro, que cuenta la historia de una familia que huye de México hacia EE.UU., fue reseñado y recomendado por las actrices mexicanas Salma Hayek y Yalitza Aparicio, entre otras personalidades.

Tanto Hayek como Aparicio recibieron el texto como parte del "club de lectura" que organiza la presentadora y empresaria Oprah Winfrey, bajo el cual invita a otros famosos a leer diferentes títulos en el año, lo que es visto como una oportunidad de ventas para los libros.

Pero los aplausos fueron seguidos por la indignación de lectores y autores latinos e hispanos, que argumentaron que la novela tergiversa la experiencia latinoamericana y exhibe estereotipos.

Las reacciones negativas provocaron que Hayek se retractara de su recomendación tras admitir que no había leído el libro, disponible desde el pasado 21 de enero.

"Quiero agradecerles a todos ustedes que llamaron mi atención y me regañaron por no haber investigado bien lo que estaba recomendando", dijo.

 

La oleada de críticas llevó también a que el miércoles la compañía editorial detrás del libro, Flatiron, cancelara la gira promocional del mismo por "preocupaciones en cuanto a la seguridad" de la autora y de quienes comercializan el título.

En un comunicado, la empresa reconoció haber cometido "errores graves" en la manera en que promocionó la novela.

"Nunca debimos haber afirmado que era una novela que definía la experiencia migrante", señaló el escrito publicado en su cuenta de Twitter.

La polémica ha reavivado un debate sobre los prejuicios en la industria editorial estadounidense y sobre quién o quiénes pueden contar las historias "de otros".

Lo bueno

La novela cuenta la historia de una mexicana de clase media que huye de su país con su hijo luego de que su esposo, quien es periodista, es asesinado por narcotraficantes.

El texto describe el a menudo violento y peligroso viaje de los migrantes hacia la frontera con Estados Unidos.

Cummins firmó un contrato que, de acuerdo a reportes, superaba el millón de dólares, por la primera edición e impresión de 500.000 copias del libro.

La autora fue entrevistada por el diario The New York Times, que publicó un fragmento de la obra.

Las reseñas positivas vinieron de autores reconocidos, incluido Stephen King, quien lo calificó como "maravilloso" y Don Winslow.

Oprah Winfrey, por su parte, dijo en una entrevista: "Cada noche en las noticias... ves historias de la frontera. Me pareció que este libro humanizaba ese proceso de migración de una forma que nunca había sentido o visto".

Lo malo

Para otros, como la escritora chicana Myriam Gurba, la novela no causó ese efecto.

Es una "fantasía Trumpiana de lo que es México", escribió Gurba en referencia al presidente de EE.UU., Donald Trump.

En otra columna publicada en Los Angeles Times y que fue ampliamente difundida, la periodista salvadoreña Esmeralda Bermúdez acusa al texto de contener "los peores estereotipos, fijaciones e imprecisiones sobre los latinos".

Bermúdez añade que el suspenso es "lo único que esta narración hace bien, como una narconovela barata".

A la controversia se sumaron alegatos de que la novela había replicado fragmentos o escenas de otros títulos sobre México.

"Cuando se escribe sobre una comunidad a la que no se pertenece, los autores tienen la obligación de pensar sobre la política social y cultural de lo que están haciendo", le dijo a la BBC Domino Pérez, profesor de inglés de la Universidad de Texas.

"Preguntarte si eres o no la persona para contar cierta historia significa que a veces la respuesta es no", añadió.

Maricela Becerra, profesora de la Universidad de Los Ángeles en California (UCLA, por sus siglas en inglés) le dijo a la BBC: "Hemos estado hablando de estos temas durante muchos, muchos años como latinos e inmigrantes, y el problema es que no nos han escuchado. De repente, una persona no inmigrante cuenta nuestra historia y la gente parece estar interesada".

Pero el libro tiene defensores dentro de la comunidad latina.

Sandra Cisneros, una famosa autora mexicano-estadounidense, dijo que American Dirt "no es simplemente la gran novela estadounidense; es la gran novela de las Américas. ¡Es la gran novela mundial!".

Pero más de 120 escritores latinoamericanos y latino-estadounidenses, publicaron una carta abierta a Oprah el miércoles en la que le piden que reconsidere su recomendación.

En ella, piden no promover un libro que "cae demasiado seguido en el fetichismo del trauma y el sensacionalismo de la migración y de la vida y la cultura mexicana".

La defensa de Cummins

Jeanine Cummins dijo el miércoles sentirse "decepcionada" por la discusión que surgió a raíz de su novela en el programa de radio "Latino USA".

"Lo sorprendente que probablemente no debería haber sido sorprendente es que esto se convirtió mucho más en un diálogo sobre las desigualdades en la industria editorial que en una historia sobre el libro en sí", continuó.

"Hay una gran frustración entre las comunidades minoritarias en lo que se refiere a la industria editorial", explicó Cummins, que calificó a esta industria como "blanca y con dinero".

La escritora dijo que hizo "múltiples viajes" de investigación a la frontera y que leyó todo lo que pudo encontrar sobre el tema.

Cuando le preguntaron si escribiría un libro sobre inmigrantes de nuevo, contestó: "Es un rotundo no".

En 2016, Cummins escribió en una columna de opinión en The New York Times que no quería escribir sobre raza por el miedo a "tocar la cuerda equivocada, de ser vulnerable, de dejar en evidencia una ignorancia vergonzosa".

Dijo entonces que se identificaba como una mujer blanca "prácticamente en todas las formas".

De acuerdo a datos de 2018 publicados por la publicación especializada Publisher's Weekly, el 84% de la fuerza laboral de la industria editorial en EE.UU. es blanca, el 5% asiática, el 3% latina o hispana y 2% negra.

En el nivel gerencial, el 86% de los miembros de la industria son blancos, de acuerdo a una encuesta de 2015 hecha por Lee and Low Books, al igual que el 89% de los críticos de libros.


 

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