El City Hostel Berlin, en plena capital alemana, es una económica y popular opción para los viajeros.

Por solo US$10,32 un turista pude dormir en una habitación compartida con otras ocho personas, un precio muy barato para esa ciudad y por la ubicación del hostal.

Sin embargo, las autoridades alemanas planean cerrar este negocio.

¿Por qué?

El City Hostel Berlin está ubicado sobre la calle Glinkastraße 5-7 y su edificio contiguo es la embajada de Corea del Norte en Alemania.

Hasta aquí nada irregular. Excepto que el hostal es una explotación comercial de la embajada norcoreana en la ciudad y el gobierno alemán planea eliminar cualquier tipo de negocios de Corea del Norte en el país.

La medida responde a las sanciones de la ONU destinadas a frenar los programas de armas nucleares de Pyongyang.

Los medios alemanes dicen que City Hostel Berlin está dirigido por un hotelero turco que paga más de US$41.000 al mes en alquiler a Corea del Norte.

La embajada también obtiene ingresos por una sala de conferencias en el sitio.

El vocero del Ministerio de Exteriores alemán, Martin Schäfer, dijo que "cualquier tipo de actividad comercial en el lugar de la embajada o en relación con la embajada está prohibida".

"El City Hostel Berlin no constituye ni una actividad diplomática ni consular de una representación extranjera de Corea del Norte", dijo, añadiendo que el gobierno tiene la política de "cerrar la fuente financiera del régimen de Corea del Norte tan pronto como sea posible".

Multas

El City Hostel Berlin fue construido en la antigua Alemania Oriental comunista y en ese momento alojaba a personal de la embajada de Corea del Norte.

Según el periódico alemán Berliner Zeitung, el ministerio advirtió a los arrendatarios que deben poner fin a sus contratos con Corea del Norte o de lo contrario se enfrentarán a fuertes multas.

La relación de el negocio con Corea del Norte no fue confirmada por el personal del albergue, dijeron medios alemanes.

La Resolución 2321 de la ONU, aprobada por unanimidad en noviembre de 2016, reforzó las sanciones a Corea del Norte, en respuesta a la prueba nuclear de Pyongyang del 9 de septiembre.

Incluye una cláusula que estipula que "todos los Estados miembros prohibirán a la República Popular Democrática de Corea utilizar bienes inmuebles que posean o alquilen en su territorio para fines distintos de las actividades diplomáticas o consulares".

Markus Ederer, secretario de Estado de la cancillería alemana, dijo: "Debemos intensificar la presión para devolver a Corea del Norte a la mesa de negociaciones".

Las sanciones de la ONU deben ser implementadas al pie de la letra, "así que es especialmente importante que actuemos para cortar las actividades de financiación del programa nuclear".

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