"¡Estamos con los terroristas!", gritaban a coro los participantes en una reunión del grupo al Muhajiroun en Londres, Reino Unido.
En el encuentro discutían varios asuntos, entre ellos uno de sus temas favoritos: los ataques contra las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001 en Nueva York.
A los asistentes ni siquiera les importaba que ahí estuviera con sus cámaras el periodista de la BBC Richard Watson, quien grababa la reunión como parte de un reportaje en el que estaba trabajando.
Abu Uzair, uno de los participantes, calificó el ataque del 11 de septiembre como "magnífico", ante lo cual el periodista Watson interrumpió para preguntarle si había una justificación para llamar "magnífico" al asesinato de personas inocentes.
"Para nosotros fue retaliación", respondió Uzair.
"Pero matar a civiles inocentes no puede estar bien", insistió Watson.
Uzair señaló a Watson con el dedo: "No está bien para ti, pero de acuerdo al islam está bien. ¿Acaso ustedes no matan civiles inocentes en Afganistán?".
"Yo no llamaría a eso algo magnífico", aventuró Watson.
"En términos del islam es magnífico", concluyó Uzair.
Con este diálogo, a Watson le quedó clara la ideología extrema y agresiva del grupo alMuhajiroun. Era un mensaje de desafío, de odio.
Todo esto ocurrió en 2004, un año antes del atentado con bombas en el metro de Londres que dejó 52 muertos.
13 años después, los ataques del pasado 3 de junio en el Puente de Londres vuelven a poner el foco sobre al Muhajiroun, pues uno de sus autores era seguidor de esta red.
Los orígenes de al Muhajiroun
La red al Muhajiroun fue creada por Omar Bakri Muhammad, un predicador extremista nacido en Siria.
Luego de vivir en Líbano y en Egipto, Bakri Muhammad se radicó en Arabia Saudita, donde en 1983 creó el grupo Jamaat al Muhajiroun, que significa "la comunidad de los emigrantes".
El objetivo del grupo era establecer un Estado Islámico.
Tres años después, Bakri Muhammad salió expulsado de Arabia Saudita y recibió asilo en Reino Unido, donde tras varios intentos fallidos, fundó en 1996 su propia red: al Muhajiroun.
A finales de los 90, Muhammad recorrió pueblos y ciudades de Reino Unido con grandes poblaciones musulmanas, como parte de la campaña de reclutamiento para su nuevo grupo.
Se dedicó a predicar sus ideas de un califato global, alegando que los musulmanes eran víctimas de conspiraciones internacionales y que la ley islámica debía regir en Reino Unido.
El Estado británico no confrontó a Bakri Muhammad, pues para entonces estaba más preocupado por la amenaza que significaban los grupos republicanos irlandeses.
"(El Estado británico) descartó a Bakri Muhammad como un tonto", comenta Richard Watson en su reportaje para la BBC. "En la comunidad en general, pocos se dieron cuenta de lo divisivos y peligrosos que eran sus puntos de vista".
Las conexiones de al Muhajiroun con el extremismo
En 2004, las autoridades británicas desmantelaron un complot que planeaba detonar una bomba a base de fertilizante. Omar Khyam, el líder del complot, tenía fuertes vínculos con al Muhajiroun.
En ese año ya "era claro que al Muhajiroun había sido, al menos, una puerta para el terror", asegura Watson.
Los líderes de al Muhajiroun siempre jugaron al gato y al ratón con el Estado.
En 2004, Bakri Muhammad disolvió el grupo porque pensaba que estaba a punto de ser prohibido.
Pero la red entonces creó una serie de grupos que eran, en términos prácticos, distintos nombres para una misma cosa.
En 2005, los atacantes suicidas que detonaron bombas en el centro de Londres, también fueron vinculados con al Muhajiroun.
Luego de estos ataques, las autoridades le prohibieron la entrada a Bakri Muhammad a Reino Unido. Ahora está en Líbano, donde cumple una condena en prisión por actos terroristas.
Pero su red continúa bajo distintos nombres.
Es probable que durante la investigación policial sobre los ataques al Puente de Londres el pasado 3 de junio, aparezca la conexión con al Muhajiroun.
¿Han subestimado a al Muhajiroun?
Khuram Butt, uno de los autores del ataque del Puente de Londres, había sido seguidor de al Muhajiroun por años.
Butt no ocultaba sus simpatías extremistas, lo cual genera preguntas para el gobierno británico, ¿fueron subestimadas las amenazas de los radicales vinculados con al Muhajiroun?
Richard Kemp, un exconsejero del gobierno británico en asuntos de amenazas terroristas, piensa que sí.
"Hemos sido muy tolerantes con alMuhajiroun", le dijo Kemp a la BBC, sugiriendo que el uso de lenguaje abusivo y amenazas no fueron enfrentados debidamente.
"Fue un error político, de la policía y de los servicios de inteligencia no haber entendido la manera en la que esta situación se iba a desarrollar".
Peter Clarke, exdirector de antiterrorismo en la policía de Londres, no está de acuerdo con este análisis.
"Es fácil decir en retrospectiva que se han debido tomar más medidas y más pronto para enfocarse en la amenaza islamista", dice Clarke. "Nadie sabía si la postura ideológica de alMuhajiroun iba a conducir inevitablemente a la violencia en este país".
"Quizás también es justo decir que nunca nadie había encontrado una amenaza terrorista que estuviera enraizada en ideología en vez de objetivos políticos, que no conocía límites y para cuyos adherentes la captura o la muerte no era un riesgo sino una aspiración", comenta Clarke.
El nuevo panorama
Las nuevas leyes prohíben la "glorificación del terrorismo" y ha habido muchas más sentencias durante la última década.
En Reino Unido, unas 3.000 personas son consideradas con vínculos con el extremismo islamista, junto a otras 20.000 señaladas de haber tenido vínculos recientes. En total son 23.000, la población de un pueblo pequeño.
Los grupos relacionados con al Muhajiroun han sido prohibidos, pero la red de simpatizantes persiste.
Luego de la reciente avalancha de ataques, la primera ministra Theresa May dijo "ya es suficiente", y declaró sus intenciones de hacer algo al respecto.
Pero con base en las dos últimas décadas de varios gobiernos que no han logrado sobreponerse al problema de la radicalización, Richard Kemp sigue preocupado. "No estoy seguro de que haya coraje o voluntad política".