El Congreso Nacional de Honduras aprobó este jueves una reforma de la Constitución que sirve para blindar la prohibición absoluta que ya existe en el país.
La reforma al artículo 67 está orientada a impedir que el aborto pueda ser legalizado en el futuro en Honduras, uno de los pocos países del mundo donde está prohibido en todos los casos incluyendo violación, malformación grave del feto o cuando la vida de la mujer embarazada está en serio peligro.
Honduras tiene una de las tasas más alta de embarazos adolescentes en América Latina. En el país centroamericano, uno de cada cuatro partos es de una menor de 19 años, según Naciones Unidas.
La iniciativa fue presentada apenas el pasado 11 de enero por el vicepresidente del Parlamento hondureño, Mario Pérez, diputado del gobernante Partido Nacional.
El artículo establece que es "prohibido e ilegal la práctica de cualquier forma de interrupción de la vida del que está por nacer, a quien debe respetarse la vida en todo momento".
La reforma incluye que "serán nulas e inválidas las disposiciones legales que se creen con posterioridad a la vigencia del presente artículo que establezcan lo contrario", a fin de impedir que el aborto pudiera legalizarse en el futuro.
Naciones Unidas ya condenó este martes el proyecto al considerar que bloquearía cualquier posible progreso en los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y las niñas en Honduras.
"Este proyecto de ley es alarmante. En lugar de dar un paso hacia el cumplimiento de los derechos fundamentales de las mujeres y las niñas, el país está retrocediendo", expresaron varias expertas de la ONU en un comunicado.
En América Latina, además de en Honduras, la prohibición sin excepciones de la interrupción voluntaria del embarazo está prevista en los códigos penales de El Salvador, Nicaragua, República Dominicana y Haití.