Cientos de personas salieron en la noche del miércoles desde la ciudad de San Pedro Sula, en el norte de Honduras, con la intención de llegar a Estados Unidos.

La nueva caravana migrante partió en varios grupos hacia Corinto, en la frontera con Guatemala, tras una convocatoria publicada en redes sociales.

En la caravana se puede ver caminando a hombres, mujeres y niños que cargan con mochilas con sus pertenencias. Muchos de ellos usan cubrebocas.

Aseguran que huyen de la violencia, la pobreza y la falta de oportunidades en su país, acentuadas por la actual pandemia de covid-19.

El grupo comenzó su viaje a pocas semanas de que se celebren las elecciones presidenciales en Estados Unidos, el 3 de noviembre.

La última gran caravana migrante desde Centroamérica se formó hace dos años, poco antes de las elecciones de mitad de período en el país norteamericano, y se convirtió en uno de los temas principales de discusión en la campaña de aquellos comicios.

Llegaron a Guatemala

Pese a las restricciones de movilidad entre países por el coronavirus, la caravana confía en poder transitar por Guatemala y México hasta llegar a su destino final.

De hecho, Guatemala abrió su frontera terrestre hace solo dos semanas y exige que cualquier extranjero presente una prueba PCR o de antígeno con resultado negativo.

Cientos de ellos llegaron en la mañana de este jueves a la frontera El Florido, en el límite con Guatemala. "Queremos pasar", gritaban.

El Instituto de Migración guatemalteco confirmó que "realiza coordinaciones con más de 40 instituciones" para poder atender la caravana.

Según reportó el diario guatemalteco Prensa Libre, 70 personas ingresaron de manera regular presentando su documentación, aunque muchos otros no disponen de identificación o pasaporte.

Advertencias de México

El Consulado de México en San Pedro Sula emitió un comunicado este miércoles aclarando que el país "no promueve ni permitirá el ingreso irregular de caravanas de personas migrantes".

El Instituto Nacional de Migración mexicano, por su parte, advirtió este jueves de sanciones a todos aquellos que ingresen sin cumplir con los protocolos de salud derivados de la actual pandemia.

"El Código Penal Federal establece que será sancionado de tres días a tres años de prisión y hasta 40 días de multa, quien a sabiendas que está enfermo de un mal grave en período infectante, ponga en peligro de contagio la salud de otro", se lee en el texto.

El covid-19 había detenido los habituales flujos migratorios desde Centroamérica hacia el norte.

Durante la pandemia, Estados Unidos cerró sus fronteras e incrementó el uso de deportaciones exprés (en días o incluso horas) para quienes trataban de ingresar a su territorio sin posibilidad de que pudieran pedir asilo.

La última caravana llegó al sur de México el pasado mes de enero, aunque sus miembros fueron detenidos en estaciones migratorias y posteriormente deportados tras tratar de cruzar la frontera.

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