El gobierno británico ha pagado indemnizaciones por la muerte de 64 niños afganos, una cifra que es 4 veces superior a los 16 que había reconocido anteriormente.

Los pequeños murieron en combates en los que participaron las fuerzas británicas estacionadas en el país centroasiático entre 2006 y 2014.

Las cifras proceden de solicitudes de acceso a la información pública realizadas por la organización benéfica "Action on Armed Violence" (AOAV) al Ministerio de la Defensa del Reino Unido.

Las muertes ocurrieron en el contexto de ataques aéreos y fuego cruzado contra insurgentes talibanes.

La punta del iceberg

Sin embargo, desde AOAV creen que la cifra de muertes civiles caídos causadas por la acción de soldados británicos es probablemente una subestimación.

De las muertes registradas, el número real de niños muertos podría ascender a 135, porque algunas de las víctimas mortales se describen en los documentos del Ministerio de Defensa simplemente como hijos e hijas, y no siempre se incluyen las edades y las circunstancias de las muertes.

La AOAV afirmó que es posible que algunos de esos 135 fueran adultos, aunque insistió en que la probabilidad de que fueran menores de 18 años es alta, debido a que la edad promedio en Afganistán es muy joven.

La mayor parte de las 881 reclamaciones de víctimas mortales presentadas a los británicos fueron rechazadas y sólo una cuarta parte recibió una indemnización.

Entre las que tuvieron éxito figura una para 8 miembros de una misma familia afgana, los cuales murieron en un ataque aéreo de la coalición en un pueblo del distrito de Nawa, en la provincia sureña de Helmand, en mayo de 2009.

Un hombre pidió una reparación por la muerte de su sobrino, las dos esposas de su sobrino y sus cinco hijos.

Las autoridades británicas se demoraron 144 días en resolver la reclamación, por la que se le concedieron US$ 8.260 al cambio actual.

En total, el Ministerio de Defensa ha pagado US$ 786.350 por la muerte de 289 civiles afganos entre 2006 y 2014.

¿Una vida humana vale más que una vaca?

La AOAV denunció que a menudo se exigió a los reclamantes que presentaran fotos, certificados de nacimiento y cartas de apoyo antes de recibir las reparaciones económicas, y que muchos fueron entrevistados formalmente por personal británico para confirmar que no tenían ninguna afiliación talibán.

Las anteriores solicitudes de libertad de información muestran que las indemnizaciones realizadas por el Reino Unido por muertes en Afganistán han variado mucho. En algunos casos, los afectados recibieron más por la pérdida de bienes o ganado que por sus parientes.

En un comunicado, el Ministerio británico de Defensa dijo: "Cualquier muerte de un civil durante un conflicto es una tragedia, más aún si se trata de niños y familiares".

Aunque aseguró sus fuerzas tratan de minimizar los daños a los civiles, el organismo reconoció que "lamentablemente nunca se pueden eliminar por completo".

Sin embargo, Iain Overton, director de la organización benéfica AOAV, criticó la falta de transparencia sobre las muertes, ya que los investigadores han tardado años en obtener la información del Ministerio de la Defensa.

También dijo que la falta de debate en torno a las muertes planteaba dudas sobre si se habían aprendido las lecciones.

Nueva revisión

Los grupos de derechos humanos y las organizaciones benéficas han criticado en repetidas ocasiones tanto a Estados Unidos como a Reino Unido por la forma en que investigan e informan sobre las víctimas civiles en las operaciones militares que conducen en el extranjero.

El Ministerio de Defensa ha reconocido una sola muerte civil causada por un ataque aéreo de la Real Fuerza Aérea (RAF) durante su campaña de bombardeos contra el grupo Estado Islámico en Irak y Siria.

En contraposición, el secretario de la Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, ordenó recientemente una importante revisión de la forma en que el Pentágono investiga las víctimas civiles.

Este anuncio se produjo después de un ataque aéreo estadounidense durante la retirada de Kabul el año pasado, un hecho en el que murieron diez civiles.

En un primer momento, Washington afirmó que los fallecidos eran extremistas, pero los periodistas sobre el terreno encontraron pruebas de que todos los muertos eran civiles.

El Plan de Acción para la Mitigación y Respuesta a los Daños a los Civiles de Estados Unidos incluye la contratación de más de 150 militares para que se centren en la mitigación de los daños a los civiles, así como en la mejora de la información y la recopilación de datos sobre este tipo de incidentes.

El Ministerio británico de la Defensa dijo estar siguiendo el progreso de la revisión estadounidense, pero no se ha comprometido a realizar ningún cambio en la forma en la que investiga o informa sobre los "daños colaterales" en las que incurren sus uniformados.

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