El conflicto entre Rusia y Ucrania ha tenido "un impacto considerable" sobre los mercados de materias primas, alterando los patrones globales del comercio, la producción y el consumo, indicó el Banco Mundial en un informe publicado el martes.
El aumento de los precios de la energía en los últimos dos años ha sido el mayor desde 1973, según el último informe sobre Perspectivas de los Mercados de las Materias Primas del Banco Mundial.
Los incrementos de precios de las materias primas alimentarias, de las que Rusia y Ucrania son grandes productores globales, y de los fertilizantes, que dependen del gas natural como principal insumo, han sido los más acusados desde 2008, señala el texto.
El informe estima que los precios de la energía podrían subir un 50 por ciento en 2022, antes de volver a caer durante 2023 y 2024. Está previsto que los precios de las materias primas no energéticas, entre ellas la agricultura y los minerales, suban casi un 20 por ciento en 2022, para después moderar su crecimiento en los años subsiguientes.
Los precios del trigo también podrían experimentar una subida superior al 40 por ciento hasta alcanzar su nivel nominal más alto de toda la historia este año.
Para los metales se prevé un alza del 16 por ciento en 2022, antes de moderar su subida el año próximo, pero sus precios permanecerán en cotas elevadas. Los precios de las materias primas, según el informe del Banco Mundial, está previsto que se mantengan por encima de la media de los últimos cinco años.
Y, en caso de un conflicto prolongado o nuevas sanciones sobre Rusia, los precios podrían acabar siendo incluso más altos y volátiles que lo previsto hasta el momento, añade.