El pasado domingo, un vuelo de la aerolínea JetSmart debió abortar y realizar un aterrizaje de la aeronave en Neuquén, Argentina.
Los fuertes vientos en el terminal obligaron al piloto a tener que desviarse hasta Mendoza, para luego retornar una hora después pero con mejores condiciones que permitieron su aterrizaje.
"El hecho ocurrió cerca de las 16 de este domingo cuando la aeronave se prepara para abordar la pista, pero inmerso en una nube de polvo, a metros del suelo, comienzo a perder eje y sus alas se empiezan a torcer", explicaron en el medio local, Todo Noticias.
Las condiciones climáticas del vuelo WJ 3444 “empeoraron al momento de aterrizar en el aeropuerto de Neuquén”, explicaron fuentes de la empresa, según consignó el citado medio.
“El viaje fue horrible, interminable y lleno de incertidumbre”, relató Juliana Oses, mujer que viajaba en este vuelo, en conversación con LMNeuquén.
