La ONG española Proactiva Open Arms consideró que la retención cautelar de un barco suyo en Italia carece de fundamento y solo busca barrer del Mediterráneo a las organizaciones que llevan años rescatando del mar a migrantes que arriesgan su vida para cruzar de África a Europa.

El barco usado por Open Arms para rescatar a inmigrantes en el Mediterráneo fue retenido de forma preventiva el domingo tras atracar en Pozzallo, en Sicilia. Así lo ordenó un fiscal que acusó además a tres tripulantes de la ONG de asociación criminal para fomentar la inmigración ilegal por desobedecer a los guardiacostas libios.

Los tres acusados son el capitán del barco, el jefe de misión y el coordinador. Se enfrentan a penas de prisión "de entre cuatro y siete años", aseguró Camps, según el cual la acusación carece de fundamento. "Lo que se está haciendo es boicotear la actuación de las organizaciones humanitarias en el mar", insistió.

Los hechos

El incidente comenzó el jueves cuando la ONG denunció que una patrulla de la guardia costera libia había amenazado con disparar a su barco si no entregaba a los más de 200 inmigrantes que había rescatado antes en alta mar, como estipula un acuerdo entre el país africano y la Unión Europea (UE).

Proactiva se negó: muchos inmigrantes "preferían morir" antes que regresar a Libia. El barco navegó al norte y esperó permiso para atracar en Italia. Finalmente lo hizo el sábado en Pozzallo, donde desembarcó a los migrantes. Italia abrió entonces una investigación y el fiscal ordenó el secuestro preventivo de la nave.

El año pasado, el fiscal dijo contar con "pruebas" de que las ONG tienen contactos directos con traficantes de personas que les indican dónde se encuentran embarcaciones a la deriva cargados de inmigrantes, si bien sus sospechas siguen sin probarse. En medio de la polémica, la Comisión Europea tomó distancia de la postura defendida por Proactiva y pidió respetar la normativa italiana.

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