AFP

Un tailandés fue condenado el miércoles a 27 años de prisión por haber hecho estallar una bomba casera en mayo en un hospital militar de Bangkok, que dejó una veintena de heridos. 

La bomba, escondida dentro de un jarrón en una sala de espera del hospital, explotó justo tres años después del golpe de Estado militar de mayo de 2014.

"Pruebas sólidas muestran, sin ningún asomo de duda, que el sospechoso cometió esos actos reprensibles", declaró el juez. 

"Es el odio a los gobiernos salidos de golpes de Estado militares lo que me inspiró. Cada golpe de Estado comporta un desastre económico y una restricción de los derechos humanos", explicó el hombre el pasado junio. 

El atentado dejó 21 heridos en una sala de espera del hospital del rey Mongkut, principalmente a causa de los clavos que llevaba la bomba. 

Los militares tailandeses están en el poder del país desde el 22 de mayo de 2014 gracias a un golpe de Estado que derrocó al gobierno electo de Yingluck Shinawatra. 

Desde 1932, los militares tailandeses han logrado efectuar con éxito doce golpes de Estado, dos de ellos en la última década, en 2006 y en 2014.

Pese a una apatía aparente, y puesto que las concentraciones políticas están prohibidas, el descontento va creciendo en una parte de la sociedad. 

Esta está dividida entre los conservadores ultramonárquicos, de los que el ejército forma parte, y los partidarios de la familia Shinawatra, que ha ganado todas las elecciones nacionales desde 2001. 

El sospechoso del atentado del 22 de mayo negó pertenecer a ningún movimiento político. 

Publicidad