El Estado austriaco confiscará la casa en la que nació Adolf Hitler en la localidad de Braunau am Inn, cerca de la frontera con Alemania, según decidió el Parlamento austriaco, aunque el futuro uso que se le dará sigue siendo incierto.
Los políticos autriacos han estado intentando que se convierta en un lugar de peregrinación de extremistas de derecha. La mayoría de los diputados votó a favor de confiscar la vivienda a su actual dueña, que se había negado a aplicar el plan del Gobierno de instalar en el edificio de tres plantas una sociedad benéfica o una autoridad gubernamental.
El paso fue dado para "evitar que se cultive, promueva o propague la ideología nacionalsocialista", señala la propuesta aprobada.