Australia ordenó la salida de los últimos funcionarios de su embajada en Kiev, ante el creciente despliegue de tropas rusas en la frontera con Ucrania, anunció el domingo el primer ministro australiano, Scott Morrison.
La evacuación se dio tras anuncios similares de Estados Unidos y Canadá, en medio de un intenso esfuerzo diplomático que no logró aplacar el sábado las crecientes tensiones.
Rusia prácticamente ha cercado a su vecino occidental con más de 100.000 soldados.
Las tensiones crecieron luego de que Washington alertara de que "cualquier día" podría darse una invasión, mientras Rusia lanzó sus mayores maniobras militares en años en el mar Negro.
Morrison indicó que Australia trasladaría sus operaciones a Leópolis, una ciudad cercana a la frontera ucraniana con Polonia a 540 km al este de Kiev.
Indicó que los tres restantes funcionarios en Kiev daban apoyo a "los muchos australianos (en Ucrania), muchos de los cuales tienen doble ciudadanía".
"La situación, como todos han escuchado, se deteriora y alcanza una fase muy peligrosa", alertó.
El primer ministro fustigó las "acciones autocráticas, unilaterales de Rusia", al tiempo que criticó a China por "mantener un silencio escalofriante ante la acumulación de tropas rusas en la frontera con Ucrania".
"La coalición de autocracias que vemos, buscando presionar a otros países, no es algo que Australia toma a la ligera", sostuvo Morrison.
La ministra australiana de Exteriores, Marise Payne, reiteró los llamados para que los australianos dejen Ucrania inmediatamente y alertó que "las condiciones de seguridad podrían cambiar rápidamente".