Un confinamiento de tres días entrará en vigor el martes por la noche en la ciudad australiana de Brisbane, anunciaron las autoridades locales, lo que la convierte en la cuarta del país en verse afectada por nuevas restricciones debido a la epidemia de covid-19.

Desde hace unas semanas Australia, alabada por su respuesta a la pandemia, se ha enfrentado a un brote de casos debido a fallos en los sistemas de cuarentena para los viajeros que llegan del extranjero.

Los habitantes de Sídney (sureste), Darwin (norte) y Perth (oeste) ya llevan días en confinamiento. Una vez que entren en vigor las medidas en Brisbane y partes del estado de Queensland, unos 10 millones de australianos vivirán bajo confinamiento.

"Son decisiones difíciles", declaró Annastacia Palaszczuk, la primera ministra de Queensland. "Hay confinamientos en las grandes ciudades porque el virus entra con las llegadas del extranjero".

Los habitantes de Perth también tienen prohibido salir de casa el martes por la mañana en virtud del comienzo de un confinamiento de cuatro días. Solo se han detectado recientemente tres casos positivos en esta gran ciudad del oeste, que desde hace tiempo actúa con extremada cautela en caso de un brote epidémico.

"Conocemos los riesgos que supone el covid y observando el mundo sabemos que la variante Delta es una nueva bestia con la que no podemos arriesgarnos", declaró el primer ministro de Australia Occidental, Mark McGowan, en rueda de prensa el lunes por la noche.

Australia se enfrenta a casos de la variante Delta altamente contagiosa, que ha surgido en la India.

El gobierno conservador ha sido criticado por la lentitud de la campaña de vacunación y por la falta de mejoras en los dispositivos de cuarentena. Bajo presión, el primer ministro australiano, Scott Morrison, anunció que la vacunación sería obligatoria para el personal de las instituciones que se ocupan de los ancianos y de los centros de cuarentena.

También se le critica por no hacer público el número de australianos completamente vacunados. Se han administrado unos 7,4 millones de dosis. Pero algunos medios de comunicación afirman que menos del 5% de los 25 millones de australianos han recibido las dos dosis.

Desde el comienzo de la pandemia, Australia ha registrado un poco más de 30.000 casos, de los cuales 910 mortales.

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