AFP

El casco de realidad virtual reconstituye la pesadilla: las vías de tren, la imponente entrada de ladrillos, las hileras de barracas, las cámaras de gas y los crematorios. Es Auschwitz en 3D, al servicio de la justicia.

La policía judicial de Múnich (LKA), Alemania, ha desarrollado esta tecnología para que los investigadores de los últimos crímenes de guerra nazis puedan reconstituir de forma extremadamente precisa el campo de concentración.

"Hay sospechosos que han alegado que aunque trabajaban en Auschwitz no sabían realmente lo que pasaba ahí", explica a la AFP Jens Rommel, director de la agencia federal que investiga estos crímenes.

Esta tecnología puede ayudar a responder si "es posible que el sospechoso ignorara que había gente que era conducida a la cámara de gas o era fusilada", añade.

Creado por Ralf Breker, experto en digitalización de la LKA, esta animación en 3D reproduce cada detalle del campo de concentración, donde más de 1,1 millones de personas murieron durante la Segunda Guerra Mundial.

"Que yo sepa, no existe ningún otro modelo más exacto de Auschwitz", indica Breker. "Es mucho más preciso que Google Earth", añade.

"Utilizamos las gafas de realidad virtual más 'punteras' del mercado. Cuando utilizo el 'zoom', puedo ver hasta los más pequeños detalles", explica.

Recrear la perspectiva del sospechoso

Al ponerse el casco, fiscales, jueces y demandantes pueden pasearse libremente por el campo en los años 1940, entonces situado en la Polonia ocupada. Se cruzan con avatares de prisioneros, mientras flota en el aire un silencio extraño. Incluso los árboles están en el mismo lugar, lo que permite determinar si impedían ver desde una determinada posición. 

El paseo permite "recrear la perspectiva de un sospechoso, por ejemplo, desde una torre de vigilancia", según Breker.

El caso que inspiró este proyecto es el de Johann Breyer, un mecánico nacido en Checoslovaquia, sospechoso de complicidad en el asesinato de 216.000 judíos húngaros en Auschwitz. Pero Breyer falleció en 2014 a los 89 años, justo antes de que Estados Unidos decidiera sobre su extradición a Alemania.

Este año, la recreación en 3D fue utilizada en el juicio contra el ex guardia de las SS Reinhold Hanning, hallado culpable de complicidad en el asesinato de 170.000 personas y condenado en junio a cinco años de cárcel.

"Los alemanes eran muy precisos"

Unas decenas de otros casos son investigados actualmente por Rommel y su equipo, "varios" cuyos sospechosos siguen vivos y podrían acabar ante la justicia, afirma el director.

Para reproducir el infierno en su ordenador, Breker utilizó el catastro polaco y más de 1.000 imágenes de la época, que le permitieron recrear ortofotografías, imágenes aéreas o mapas de los que se han eliminado las deformaciones debidas al relieve o a la perspectiva.

En 2013, viajó dos veces a Auschwitz para completar su proyecto. Junto a un colega, utilizó un escáner láser terrestre para recrear las imágenes 3D de los edificios todavía en pie.

En cuanto a los inmuebles destruidos en 1945 por los nazis durante su huida para escapar de la ofensiva del ejército soviético, éstos fueron reproducidos virtualmente gracias a los archivos del campo.

"Los alemanes eran muy precisos, pudimos reconstruir todas las estructuras porque teníamos planos de cada una de ellas", según Breker. 

Detalles aterradores 

Este investigador aguerrido palidece cuando evoca lo que descubrió allí.

"Nuestro equipo se ocupa sólo de los asesinatos y normalmente somos los primeros en llegar a una escena de crimen, por lo tanto vemos muchas cosas muy desagradables", explica. "Pero cuando regresaba a mi hotel cada noche después de Auschwitz, estaba estremecido. El director de archivos nos daba detalles aterradores".

Breker quedó especialmente espeluznado por la campaña contra los judíos húngaros entre mayo y julio de 1944: 438.000 fueron deportados a Auschwitz-Birkenau.

El número de personas gaseadas y de cuerpos quemados era tal que las chimeneas se fisuraban por el exceso de calor, llevando a las SS a echar los cadáveres en hogueras en el exterior de los crematorios.

Luego, "las SS se las ingeniaron para extraer la grasa que se desprendía de los cuerpos quemados. La utilizaban para alimentar el fuego de la siguiente cremación", explica Breker. "No hay palabras para describir esto", murmura.

Una vez concluyan las últimas investigaciones criminales, la LKA podría prestar su modelo 3D al memorial del Holocausto Yad Vashem en Jerusalén o al del propio Auschwitz.

"Deberemos ir con mucho cuidado de que nadie lo robe", advierte Breker. Sería una "pesadilla" que alguien hiciera un uso malintencionado de estos datos, como por ejemplo, para crear un videojuego.

Publicidad