La explosión que destruyó este viernes el hotel Saratoga de La Habana dejó el manos 18 muertos y más de 50 heridos, según un nuevo balance oficial.
"Hasta el momento 74 personas se recibieron lesionadas de las cuales 18 lamentamos su fallecimiento", dijo en conferencia de prensa Julio Guerra, jefe de Servicios hospitalarios del Ministerio de Salud Pública. Pero la presidencia de Cuba dio la cifra de 64 heridos y 18 muertos tras la explosión, atribuida a una fuga de gas.
La explosión sucedió a las 11H00 locales (15H00 GMT). El Presidente Miguel Díaz-Canel, llegó una hora después al lugar para supervisar las labores de rescate.
"No ha sido una bomba ni un atentado, ha sido un lamentable accidente", dijo frente a la montaña de escombros que se levantaba en el hotel de lujo, situado en la emblemática avenida Prado y muy cercano al Capitolio.
El canciller, Bruno Rodríguez, expresó su "solidaridad y consternación" por la tragedia y envió "sentidas condolencias a los familiares de las víctimas fatales".
Tras eliminar el peligro de otra explosión, los bomberos encontraron dos cuerpos sin vida en los escombros, según la televisión estatal.
- Un "estruendo terrible" -
"Se sintió un estruendo tremendo y una nube de polvo que llegó hasta el parque (de enfrente), mucha gente salió corriendo", dijo a AFP Rogelio García, conductor de un bicitaxi que iba pasando justo en el momento de la explosión.
Las cuatro primeras plantas del Saratoga, hotel de cinco estrellas que cuenta con 96 habitaciones, dos restaurantes y una piscina en la azotea, saltaron por los aires en la explosión. El suelo quedó sembrado de escombros y cristales y varios automóviles resultaron dañados alrededor, constató AFP.
En el hotel, que estaba cerrado y se preparaba para reabrir al público el 10 de mayo, se encontraban los trabajadores del establecimiento.
"Hasta ahora no tenemos información de que exista ningún extranjero ni herido ni fallecido, pero hay que esperar porque la información es muy primaria", dijo de su lado el ministro de Turismo, Juan Carlos García Granda.
El delegado de la empresa estatal Gaviota, propietaria del hotel, Roberto Calzadilla, dijo que la explosión ocurrió cuando "se estaba reabasteciendo el gas con una pipa (camión cisterna) y al parecer esto fue lo que provocó este lamentable accidente".
Poco después de la explosión, una nube de humo y polvo se extendía por la zona. De los primeros cuatro pisos del edificio solo quedaron algunas columnas que sostenían la estructura.
Algunas personas eran asistidas en el piso por paramédicos, entre el ir y venir de ambulancias y carros de bomberos. La policía acordonó con cintas amarillas dos cuadras a la redonda.