Al menos 16 personas murieron este martes en Sao Paulo, a consecuencia de lluvias torrenciales que azotaron el fin de semana también al vecino Rio de Janeiro, donde fallecieron otras cinco personas.
Ambos estados, los más ricos de Brasil, enfrentan situaciones críticas por causa de las precipitaciones.
Mientras en tres municipios de Sao Paulo los bomberos y equipos de rescate trabajan para localizar a 33 personas desaparecidas, en Rio auxilian a los heridos luego de que seis casas colapsaran.
En Sao Paulo, las precipitaciones comenzaron la noche del lunes. Los municipios de Santos, San Vicente y Guarujá, en la costa sur del estado, sufrieron inundaciones, deslizamientos de tierra e interrupción de servicios.
Más de 200 personas se encuentran desalojadas, informó la gobernación.
A pesar de la importancia económica de Santos, que alberga el mayor puerto de América Latina, la ciudad cuenta con un alto número de viviendas precarias.
Uno de los fallecidos es un bombero que se encontraba prestando servicio. Las autoridades registraron más de 70 pedidos de ayuda y varias personas han sido rescatadas, entre ellas un niño que sufrió múltiples heridas.
Algunas de las autopistas que conectan la ciudad portuaria con la capital Sao Paulo quedaron bloqueadas por árboles caídos y deslizamientos de tierra.
Brasil vive un verano inusual con un alto volumen acumulado de lluvias en la región sureste.
En enero más de 50 personas fallecieron en Minas Gerais, estado vecino de Sao Paulo, que vivió varios días de intensas lluvias.
Más de 200 ciudades en la región sureste han vivido escenarios de caos y estados de emergencia, con miles de personas desalojadas.
La previsión metereológica tanto para Rio de Janeiro como para Sao Paulo es de más lluvia.