Este sábado la fiscalía surcoreana emitió una orden de arresto contra An Chong-bum, ex asesor de coordinación política de la presidenta Park Geun-hye, por su implicación en un caso de corrupción que involucra a una confidente de la mandataria acusada de abuso de poder y malversación. An, quien renunció a su puesto el 30 de octubre, cuando estalló el escándalo, ha sido acusado de abuso de poder y coacción.

El exasesor de Park Geun-hye se hallaba en prisión preventiva después de que comenzara a ser interrogado el pasado miércoles por el ministerio fiscal. Se sospecha que An colaboró con Choi Soon-il, confidente de la presidenta y figura central del escándalo, a la hora de presionar a grandes compañías para que donasen unos 80.000 millones de wones (unos 63 millones de euros) a dos fundaciones sin fines de lucro.

Se cree que Choi, de 60 años y que no cuenta con ningún cargo público, se apropió después de parte de esos fondos. Este 5 de noviembre también se emitió una orden de arresto contra el ex secretario de asuntos presidenciales, Jeong Ho-seong, acusado de facilitar a Choi documentos confidenciales de la presidencia. Se alega que Choi puede haber modificado importantes discursos de Park e influido en decisiones de Estado.

Además, la fiscalía interrogó este sábado al ex secretario presidencial, Woo Byung-woo; él está bajo sospecha de abuso de autoridad y malversación. Todos estos procedimientos tuvieron lugar un día después de que, nuevamente, decenas de miles de personas se manifestaran en el centro de Seúl para pedir la dimisión de Park Geun-hye, de 64 años y en el poder desde 2013, a raíz del caso.

La popularidad de Park ha caído en las encuestas desde un 50 por ciento hasta alrededor del 5 por ciento, el menor nivel que ha registrado jamás un jefe de Estado surcoreano. Choi Soon-sil es hija del fallecido líder de una secta religiosa que se convirtió en el mentor de Park hace décadas. La relación entre Park, hija del dictador Park Chung-hee (1961-1979), y el líder religioso comenzó cuando ésta contaba solo 22 años.

Ese vínculo se fortaleció después de que la madre de la hoy presidenta, la entonces primera dama Yook Young-soo, fuera asesinada por un pistolero que simpatizaba con el régimen de Corea del Norte en 1974. El nexo se estrechó aún más cuando el propio Park Chung-hee fue asesinado cinco años después por el jefe de su aparato de inteligencia.

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