El suspendido presidente de la Cámara de Diputados de Brasil, Eduardo Cunha, sufrió un duro revés político este martes después de que el comité de ética de la entidad votó a favor de quitarle su escaño en el Congreso.

Cunha, quien se hizo conocido en los últimos meses por ser el arquitecto del proceso de "impeachment" (o juicio político) que se lleva a cabo contra la presidenta Dilma Rousseff -también suspendida-, enfrenta varios cargos de corrupción.

El congresista había sido alejado de su cargo en diciembre por el Tribunal Supremo de Justicia de Brasil.

Con la decisión del comité de ética de 11 votos a favor y 9 en contra, la suerte de Cunha ahora depende de una votación en la plenaria de la Cámara de Diputados, que podría dejarlo afuera de su bancada legislativa.

Si esto llegara a ocurrir, Cunha perdería su inmunidad parlamentaria y podría ser llevado ante la justicia ordinaria por varios delitos de corrupción relacionados con el escándalo de corrupción en la petrolera estatal Patrobras, también conocido como "Lava Jato", en el que están implicados varios congresistas.

"Estamos afrontando el peor escándalo que el Congreso ha afrontado alguna vez", le dijo a los medios el vocero de la comisión de ética, Marcos Rogerio.

Rogerio escribió en su informe final que Cunha debería expulsado de la Cámara de Diputados.

El expresidente de la Cámara, de 57 años, ha reiterado en varias ocasiones que no ha cometido ningún crimen y adelantó que apelará cualquier decisión que se tome en su contra.

El caso

Las autoridades suizas afirmaron que Cunha tiene cuentas secretas en bancos de ese país por una cantidad cercana a los US$5 millones.

Cifras que los fiscales brasileños relacionan con el esquema de corrupción de Petrobras.

Cunha, quien se ha destacado por sus mensajes bíblicos en las redes sociales, dijo que ese dinero correspondía a fondos de inversión que él no controlaba.

Y ya había sufrido una derrota política después de ser suspendido de su cargo como presidente de la Cámara de Diputados el pasado mes de mayo, acusado de obstruir a la justicia sobre la investigación de los casos de corrupción.

De hecho, tanto Rousseff como miembros de su partido que han denunciado que fue debido a que no cedieron a las presiones de Cunha que éste decidió iniciar el proceso de "impeachment" contra la presidenta.

Por el escándalo de Petrobras se encuentran investigados 21 diputados y varios ministros, en un proceso que también ha conducido al arresto de empresarios de alto nivel.

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