En medio de los trabajos de remodelación que está realizando el Ministerio de Cultura de Perú en el Mirador Natural, en la Pampa de Nasca, donde están las turísticas líneas de Nasca, arqueólogos lograron identificar un nuevo geoglifo figurativo, correspondiente a un gato o felino, que había sido dibujado en una de las laderas de la colina.
La figura apenas era visible y estaban a punto de desaparecer debido a que está en una ladera de pendiente pronunciada y a los efectos de la erosión natural. En la última semana el Ministerio de Cultura peruano realizó labores de limpieza y conservación del geoglifo, el cual muestra la figura de un felino representado con el cuerpo de perfil y la cabeza de frente, cuyos trazos en su mayor parte estaban bien definidos por una línea de ancho variable entre 30 y 40 cm.
La figura mide 37 metros de largo, visto en forma horizontal y según sus rasgos estilísticos data de la época Paracas Tardío, es decir, es anterior a las famosas figuras de la Pampa de Nasca, con una antigüedad de 100 a 200 años antes de nuestra era.
Según los especialistas del gobierno peruano, representaciones de felinos de este tipo son frecuentes en la iconografía de la cerámica y los textiles de la sociedad Paracas.
“Con este descubrimiento se pone en evidencia, una vez más, el rico y variado legado cultural que alberga la zona, la cual además se encuentra dentro del área inscrita en la Lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO”, dijeron desde el Ministerio de Cultura de Perú.
Las Líneas y Geoglifos de Nasca y Palpa conforman un paisaje cultural con profundo significado y simbolismo, pues expresan el mundo mágico y religioso de las sociedades prehispánicas Paracas y Nasca, quienes durante más de 1.500 años las dibujaron sobre las arenas del desierto y las montañas. Hoy son testimonio del genio creativo de los antiguos pobladores americanos, y de los singulares conceptos y formas de expresión religiosa que desarrollaron a lo largo de su historia.