Los casos de COVID-19 superaron el martes el límite del medio millón de casos en Argentina, en un contexto de creciente apertura de actividades fuertemente impulsada por los empresarios y un sector de la población que protesta contra el confinamiento.
La cifra de contagios llegó a 500.021 al sumarse 12.027 en las últimas 24 horas, según el ministerio de Salud de Argentina, que cuenta más de 40 millones de habitantes.
Los fallecimientos llegaron a 10.405, tras registrarse este martes 228 decesos, aunque la tasa de letalidad es todavía de las más bajas de la región.
El aislamiento social obligatorio se mantuvo en los dos primeros meses de la pandemia del nuevo coronavirus, pero paulatinamente se ha autorizado la reapertura de algunos comercios. En la ciudad de Buenos Aires, bares y restaurantes, con mesas en las calles, lucieron abarrotados el fin de semana pasado.
En las últimas semanas, varias manifestaciones contra el confinamiento han sido convocadas, especialmente por opositores al gobierno del presidente Alberto Fernández (centro-izquierda).
La alcaldía de la capital argentina está controlada por la oposición y Fernández advirtió últimamente que "se volverá hacia atrás" en las aperturas, si el sistema de salud no puede atender debidamente a los enfermos.
El distanciamiento social se mantuvo al inicio de la pandemia, el área metropolitana de Buenos Aires y los 40 municipios que la rodean concentraban el 95% de los casos, pero ahora el indicador disminuyó al 63% mientras el coronavirus prolifera en 16 de las 23 provincias.