Argentina anticipó el lunes que presentará una protesta diplomática si el canciller británico, James Cleverly, concreta su anunciada visita a las Islas Malvinas, cuya soberanía reclama el país sudamericano desde 1833 como herencia de la corona española.
"Lo estaremos esperando con las formales protestas diplomáticas y el debido repudio a una acción que se preanuncia como provocación innecesaria que desafía al derecho internacional", informó el secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur argentino, Guillermo Carmona, en la red X, antes Twitter.
Cleverly dio a entender este domingo que aprovechará las elecciones presidenciales en Argentina del día 22 para visitar las Malvinas y reivindicar allí la autodeterminación de los isleños.
"Debido a que se avecinan elecciones (los argentinos) están tratando de hacer un poco de demostración de fuerza" para sostener sus reclamos de soberanía sobre las Malvinas y el pedido anual del Comité de Descolonización ONU de que los dos países abran negociaciones.
"Voy a aprovechar la oportunidad para visitar las Falklands", como los británicos denominan a las Malvinas, dijo.
Carmona le respondió que "en lugar de aceptar la propuesta del canciller Santiago Cafiero de diálogo sobre una renovada agenda con eje en la cuestión de la soberanía y ajustada al derecho internacional, Cleverly elige seguir comprometiendo la dañada reputación de su país en la Cuestión Malvinas".
El archipiélago del Atlántico Sur, situado a 400 kilómetros de las costas argentinas y a casi 13.000 km de Reino Unido, fue escenario de una guerra de 74 días en 1982, que dejó 649 argentinos y 255 británicos muertos.
La de Cleverly sería el primer viaje a las Malvinas de un miembro del gobierno británico desde 2016, cuando las visitó el secretario de defensa, Michael Fallon. Este año, Buenos Aires se retiró de un acuerdo de cooperación con Reino Unido.
En 2013, en un referéndum en el territorio de apenas 2.000 habitantes, un 99.8% de los votantes votó por mantenerse bajo control británico.